El pozo del mudir tiene dos cámara sepulcrales, que se abren en los extremos. Son de tamaño normal, de casi tres metros de largo por dos de ancho y poco más de un metro de altura. Las dos están llenas de escombro con huesos, lino y fragmentos de cerámica esparcidos por la superficie. La cámara del extremo este tiene una de las paredes rotas y comunica con la cámara sepulcral de otra tumba, cuyo pozo todavía no vemos. Esta circunstancia nos recuerda que las cámaras sepulcrales podían saquearse desde otras cámaras sin necesidad de hallar y saquear el pozo, debido a la proximidad entre ellas, que se detectaba por el sonido de la roca al ser golpeada.