9 febrero 2014

El día de hoy ha sido especialmente intenso. En la zona norte del Sector 10 las estructuras se van definiendo poco a poco. Ha salido a la luz un lienzo de muro con restos de pintura que parece conectado con un derrumbe de adobes de tamaño considerable, que a su vez se apoya en la roca madre de la colina, en una zona con entalladuras que pudieran ser de entrada a un pozo o una tumba. Y es que, transcurrido ya un mes de excavación, se ha descendido tanto en lo alto del Sector 10 que ya los trabajadores que acarrean espuertas a penas tienen cuesta que subir. Ahora estamos ya muy cerca del nivel de la capilla de adobe de intefmose y de la entrada a su pozo que excavamos el año pasado.

La excavación de los pozos también está cada vez más interesante. En el pozo de Angie se ha descendido casi tres metros y sigue saliendo tierra húmeda. Hoy también hemos sacado varios bloques de arenisca bastante grandes, algunos adobes y algo de cerámica muy rota y rodada. Hasta que no lleguemos a la entrada de la cámara es difícil evaluar las posibilidades de hallar intacto o semi-intacto el enterramiento. Y en el otro pozo estamos excavando ya una de las dos cámaras funerarias. Aunque el pozo ha sido saqueado en época Saita, es decir, en trono al año 650/600 a. C., estamos consiguiendo recomponer parte del ajuar funerario de su primer ocupante, que debió ser allí enterrado unos mil años antes.

Para la filmación del documental que estamos realizando con Javier Trueba y Pito Latova, hemos encargado una réplica de parte de un relieve de la entrada a la tumba de Djehuty a un artista que tiene su taller frente a la tumba de Ramose. Le ha quedado precioso. Aunque el modelo que le dimos tenía la cara rota, él la ha tallado como un auténtico maestro de época faraónica. Luego hemos llevado la piedra tallada al yacimiento y allí le hemos pedido a Yuma que con un cincel y una maza golpeara y rompiera su nombre y su cara. La finalidad es enseñar cómo se pudo haber hecho la “damnatio memoriae” que sufrió Djehuty en su monumento. Todos hemos sufrido mucho al ver el destrozo que ha sufrido la cara tan bien acabada, pero las imágenes serán, sin duda, muy elocuentes.