7 febrero 2014

Este viernes hemos madrugado para irnos a filmar a la montaña, empezando por Deir el-Bahari y terminando en el poblado de Deir el-Medina. Entre medias, subimos hasta lo alto del pico de el-Qurn. Desde allí las vistas del valle son espectaculares. Por suerte, la neblina que lo inundaba todo por la mañana temprano, se disipó empujada por una suave brisa, y el verdor de los campos de cultivo se iluminó como por arte de magia. Desde lo más alto incluso se podía ver la curva que hace el Nilo unos kilómetros más al norte.

A las tres, habíamos quedado todos en el Marsam para disfrutar de una estupendísima paella preparada por Joan. La sobremesa, charlando y contemplando los campos de cultivo, se alargó casi hasta la hora de cenar. Para ser nuestro único día de descanso, al final estábamos todos derrotados.