A medida que avanza la campaña otros trabajos, como la epigrafía, va cobrando mayor importancia. Andrés trabaja con la segunda inscripción autobiográfica de Djehuty, a la que ya Pía y Nieves le van pegando los fragmentos que él ha ubicado previamente. En el pasillo, José Miguel trabaja recomponiendo el ritual de la “Apertura de la boca”, representado en viñetas que combinan texto e imagen. Esta parte de la pared está bastante dañada, pues ha sufrido la corriente y estancamiento de agua, viento y fuego, por lo que José Miguel tiene que ayudarse de otras representaciones del ritual en tumbas posteriores para identificar los signos más borrados. Y Gemma, por su parte, trabaja en la tumba de Hery, tratando de ubicar en la pared los fragmentos de la escena de caza y pesca en los pantanos que hallamos en la excavación del exterior. La pared está muy derruida, por lo que no es fácil deducir de qué parte exactamente provienen los fragmentos.
La excavación de los tres pozos funerarios de la tumba de Djehuty ha producido abundante cerámica, por lo que el trabajo de pegar fragmentos para recomponer vasijas, así como el dibujo técnico de las mismas, se ha convertido en uno de los pilares de esta campaña. Y por último la restauración, que aborda varios frentes a la vez, desde las paredes de la cámara más interna de la tumba de Djehuty, pasando por los fragmentos de estuco de la cámara pintada, hasta el ataúd de Iqer de la dinastía XI.
El año que viene tenemos previsto comenzar a excavar en la ampliación que nos concedió el Servicio de Antigüedades hace un par de años. Previendo que tendremos que hacer frente a importantes cantidades de material (huesos, lino, cerámica, conos funerarios, fragmentos de relieve, etc.), Angie y Curro están reorganizando todos los materiales de campañas pasadas, no sólo para que las búsquedas sean más rápidas, sino también para hacer hueco para almacenar los futuros hallazgos.