La mayoría de los trabajadores se concentran ahora en el exterior, sobre la tumba de Hery, dirigidos por Carlos. En el interior de las tumbas sólo se está excavando en la cámara sepulcral del pozo que se abre junto a la fachada. La cámara está llena de grandes bloques de piedra que es difícil sacar del pozo con la pequeña polea que tenemos. Han salido a la luz tablones de ataúd de mediano tamaño, pero sin conservar decoración, además de gran cantidad de cerámica. La agradable sorpresa del final de la mañana ha sido el hallazgo de la mitad inferior de una estatuilla de piedra caliza de buena calidad, que puede datarse por el estilo de la talla a comienzos de la dinastía XVIII, es decir, en torno a la época de Djehuty.
Parra y Chemi han repetido hoy algunas fotos de las cámaras sepulcrales del pozo de la sala trasversal. Cuando terminaron ellos, descendió Joan con la estación total para topografiarlas. En la jaima grande, Roxie estudia en detalle los huesos de uno de los cuerpos que hallamos en la excavación del patio de Djehuty hace ya cuatro años. Estaba enterrado junto con otros tres individuos debajo de un túmulo formado por bloques de piedra, tablones de ataúd y demás “basura” tirada por esta zona de la necrópolis allá por el año 1000 a. C., es decir, quinientos años después de que fuera enterrado Djehuty.
Mientras María José y Elena dibujan cerámica dentro de la jaima, Mohamed sigue, pacientemente, pegando trozos de cerámica procedente del pozo funerario de Djehuty. Ha conseguido ya recomponer tres grandes vasijas, pero las jarras más pequeñas y decoradas se le resisten, pues le faltan piezas clave para mantenerlas en pie. El rais Alí se ha puesto enfermo y hoy ha tomado las riendas su hermano Omar. Aunque no tiene la visión para organizar el trabajo, ni el carácter de Alí, consigue mantener el ritmo de los trabajadores, a pesar de que es conocido por sus chistes y buen humor.