La actividad va en aumento en el yacimiento, porque hoy, por fin, ha comenzado la excavación. Ana y David han retomado, con Gamal, la excavación del pozo del año pasado. Primero han montado la polea, han sacado las cajas de materiales que almacenamos dentro la campaña pasada y han reanudado el trabajo en la cámara sepulcral. Hoy han idos sacando gran cantidad de huesos humanos y de telas de lino rasgadas por los saqueadores de época antigua. Por su parte, José Miguel se ha hecho con dos grupos de excavación y ha comenzado a excavar al noreste del Sector 10, delante de las tumbas de Djehuty y de Hery. A pesar de comenzar en el nivel más superficial, a pocos centímetros del nivel del suelo actual, ha salido a la luz un fragmento de relieve, con parte del rostro de un hombre tallado al estilo de Amarna, de labios gruesos.
Joan se ha empleado a fondo, primero escaneando dos pozos más y luego volviendo a escanear la fachada de la tumba de Djehuty. A última hora comenzó con la fotogrametría de la fachada, con la intención de dejar documentada al detalle las inscripciones y el panel lateral que incluye la escena del arpista. Javier ha estado “entretenido” filmando y sacando fotos con una cámara 360 con la intención de colgar en la web del proyecto imágenes panorámicas de distintas partes del yacimiento, tanto de fuera, como del interior de las tumbas.
Hoy hemos superado los cuarenta grados, por lo que mañana adelantaremos el horario y comenzaremos el trabajo en el yacimiento a las 5 de la mañana. El trabajo en el patio del Marsam esta tarde se ha hecho durillo, e incluso en la cena hemos pasado mucho calor, pues no ha dejado de soplar un aire caliente, casi abrasador. Ello no ha evitado que el cocinero nos preparara una sopa de cebolla picantita… Ni tan mal. Ya sabíamos a lo que veníamos. Mañana más.