31 enero 2012

Hoy ha sido un buen día, un día completo. En el segundo pozo de la cámara más interna de la tumba de Hery, donde ayer encontramos un fragmento de relieve de la pared del pasillo, hoy hemos hallado otro relieve. No es de Hery, sino parte de un dintel de época ramésida. Representa al propietario (¿de una tumba?) y su mujer delante del dios Osiris sentado sobre su trono y con la diosa de Occidente (es decir, de la necrópolis occidental) de pie detrás de él. Lo curioso es que en algún momento el relieve debió cubrirse con una capa de mortero y, al ser arrojado al pozo, el mortero se desprendió, habiendo quedado grabada en él la impronta del relieve, que también hemos hallado en bastante dentro del pozo en buen estado. Sin duda, una circunstancia inusual.

La excavación en este pozo es muy incómoda dadas sus reducidas dimensiones, que dejan poco espacio para moverse. Salem y Kamal extrajeron, además, la cara de madera policromada de un ataúd de comienzos de la dinastía XVIII, con rasgos más bien tutmósidas. El interior de la cámara es un revuelto singular, donde las piedras se mezclan con relieves y con momias de animales. Después de tantas penurias en la tumba de Hery, todos hemos celebrado este regalo inesperado.

Por otro lado, en el exterior, en la zona del sector 10 supervisada por Angie, ha aparecido un depósito de momificación de época Saita, es decir, de entorno al 650 a. C. Entre ayer y hoy hemos sacado a la luz catorce saquitos de lino con natrón en su interior, y hoy hemos desenterrado una gran vasija completa. La excavación va calentándose a la par que la temperatura ambiental.