3 febrero 2006

Trabajo de gabinete

Un pequeño grupo nos hemos ido a recorrer, una vez más, la necrópolis de Dra Abu el-Naga, de norte a sur. El objetivo era localizar algunas tumbas entre las casas del poblado moderno. Pasamos por el yacimiento y los guardianes de la zona nos invitaron a tomar un té con ellos. Después, nos fuimos al Valle del Color, a buscar los pigmentos minerales con los que los artistas de Deir el-Medina decoraban las tumbas del Valle de los Reyes José Miguel Parra, se unió a tres miembros del equipo belga con los que compartimos hotel para ir a visitar el templo de Thot, un templo situado en lo alto de una colina apartada de la necrópolis tebana. El camino fue arduo y difícil, pero mereció la pena.

Los guardianes que viven junto al yacimiento posan con notros antes de sentarnos a tomar el té.
Los guardianes tienen, junto a su caseta, un pequeño huerto con menta, tomates y cebollas.
Entrada a una tumba en medio del poblado de Dra Abu el-Naga.
Camino hacia el templo de Thot, en la cima de una de las colinas más altas de la zona.