29 enero 2018

Cisco dirige la excavación de la tumba paralela a la de Hery. El material hallado en los niveles superficiales era fundamentalmente romano, sobre todo momias infantiles, unas quince hasta ahora, y lucernas. Al llegar al nivel inferior, el que está justo por encima del suelo tallado en la roca, apareció un vaso de cerámica roto y los fragmentos incrustados en el suelo. Cisco llamó a Zulema para que datara la cerámica, que resultó ser del Reino Medio, de la dinastía XII. Este detalle es para nosotros verdaderamente importante, porque ayuda a reforzar la hipótesis de que las tumbas de Hery, -399-, Djehuty y esta nueva tumba, eran originalmente del Reino Medio y fueron cuatrocientos años después reutilizadas por los nobles de comienzos de la dinastía XVIII.

La cerámica juega un papel fundamental en cualquier excavación arqueológica y, muy especialmente, en los yacimientos del antiguo Egipto. No sólo por ser uno de los elementos de la cultura material más abundantes, sino porque ayudan a fechar los estratos y usos de las estructuras que vamos excavando. Además, claro está, aportan información sobre usos y costumbres de la vida cotidiana, sobre el nivel social de su propietario y sobre prácticas rituales. Es por ello que el equipo de cerámica es necesariamente numeroso. Este año contamos con Bettina Bader y Zulema Barahona como especialistas, Ayad Barbari ayuda con los dibujos, mientras que Mohamed Farouk y dos asistentes van pegando los fragmentos de platos, cuencos, vasos y botellas.

Hacia las dos de la tarde hemos recibido la visita de la egiptóloga Betsy Bryan, profesora de la universidad Johns Hopkins y segunda directora de la tesis doctoral del mudir, hace ya veinticinco años. Por eso, ha sido especialmente emocionante que asistiéramos juntos al “destape” del jardín, retirando con cuidado el geotextil que lo ha protegido durante este último año. Creo que no exagero si digo que le ha encantado y que ha comprendido perfectamente y confirmado el carácter excepcional del hallazgo del jardín y todo lo que lo rodea, que nos brinda la oportunidad de acercarnos a la evidencia física del ritual funerario y al medioambiente de la antigua Tebas de hace cuatro mil años. Betsy es la directora de un exitoso proyecto arqueológico en el templo de la diosa Mut, junto a Karnak, que incluye, igual que el nuestro, excavación y también restauración. Ha cruzado el Nilo expresamente para ver el jardín antes de volverse a Estados Unidos. Y será allí, en el Museo Metropolitan de Nueva York donde presentaremos las últimas investigaciones del jardín cuando regresemos de la campaña, en el mes de marzo. Parece que el jardín tuviera el plan oculto de estrechar los lazos entre Egipto, España y Estados Unidos.