28 enero 2007

La excavación ha cumplido hoy todas las expectativas y mantiene su buen ritmo. Por encima de las fachadas de las tumbas se obtiene una vista estupenda del yacimiento. Salima y Gemma han continuado hoy excavando dentro de uno de los pozos, haciendo una sección de los cuerpos momificados que se apilan a la entrada de una de las cámaras sepulcrales. Ayer encontraron un peine de madera y una orquilla. Hoy han hallado un pequeño cartucho real de fayenza, probablemente parte de un anillo. Al final de la mañana, en el otro pozo, Ibrahim ha alcanzado la parte de arriba de una cámara sepulcral. Introduciendo una linterna por agujero se ha podido ver ya que la cámara está bastante «tranquila», que no hay ni huesos, ni fragmentos de ataúd tirados por encima de los cascotes que cubren el suelo en todos los casos con los que nos hemos enfrentado hasta ahora. ¿Es eso una buena señal? ¿Quiere decir esto que la cámara ha sido «poco» robada? Tal vez sí, o tal vez sea todo lo contrario. Mañana saldremos de dudas. Lo cierto es que en esta misma línea también es extraño el poco material que hemos hallado en la excavación del pozo hasta ahora (de seis metros de profundidad). ¿Eso es un síntoma bueno o malo? Mañana, mañana, «¡bukra en-sha-Alá!».

Después del descanso de media mañana, hemos recibido la visita de Christian Leblanc y Madamme Nelson, directores de la excavación y restauración del templo funerario de Ramsés II, el «Rameseum». Al final del «tour», hemos subido a la jaima grande y Maria José les ha enseñado algunas de las piezas de cerámica para discutir sobre su cronología. Madame Nelson opina que la cerámica entera, redonda y con asas, que descubrimos ayer en el patio de la tumba de arriba pertenece a la dinastía XVII.

Carlos ha retomado la excavación del depósito funerario que se abre en el suelo del patio de Djehuty. Después de varias horas recogiendo semillas y ramilletes de flores, ha salido a la luz el lateral de la parte inferior de una pequeña estatua sedente. Lo interesante es que el estilo «naïve» con el que está pintada la mujer es característico de finales de la dinastía XVII o muy principios de la XVIII.

Cuando los trabajadores ya se habían ido y la tranquilidad volvió al yacimiento, Gemma y el «moudir» aprovecharon para meterse en la tumba de Hery y repasar algunos detalles de los dibujos de una de las paredes. Los dibujos, la epigrafía, la realizamos utilizando como base fotos digitales y un programa de dibujo vectorial, pero siempre es necesario contrastar éstos con el original.

Dentro de la tumba de Djehuty, José Miguel trabaja duro, asistido por Yuma. El polvo y en ambiente cerrado tienen la recompensa de presenciar en directo cómo van saliendo a la luz los relieves de las paredes y las estatuas del nicho. No muy lejos, Sayed sigue excavando a buen ritmo el relleno del anexo. Al final de la campaña el aspecto del interior de la tumba habrá cambiado notablemente.