27 enero 2013

Hoy por la mañana temprano Andrés se ha vuelto a España, y mañana nos dejará Cisco. Les echaremos mucho de menos a ambos, pues a demás de ser buenos egiptólogos, son mejores compañeros. Por muy atractivo y emocionante que sea excavar en Egipto, en ocasiones es complejo compatibilizar el trabajo de campo lejos de casa con una vida laboral normal (remunerada) o con la vida familiar. Una cosa es querer y otra poder. Por ello, a la hora de formar el equipo y que cuadre tanto lo profesional como lo personal, hay que tener en cuenta muchos factores. Siendo su último día en el yacimiento, Cisco no ha parado de hacer fichas de las últimas momias de animales que ha extraído de la cámara sepulcral de Hery. En sus dos semanas de trabajo ha retirado y documentado sesenta y un paquetes de momias, claro que algunos de ellos son “momias falsas”, paquetes que envuelven un amasijo informe de huesos muy dispares o incluso simplemente y llanamente barro. Con Pito a fotografiado cada uno de los ejemplares y con Roxie ha radiografiado veinticinco de ellas.

Nacho, asistido por Joan, trabaja duro en la instalación del falso techo de metal que colocaremos dentro de unos días en la sala más interna de la tumba-capilla de Djehuty. La estructura no sólo se tiene que ajustar al centímetro a las dimensiones y forma de la sala, sino también tener en cuenta la incidencia sobre la pared de la iluminación que colocaremos en el techo.

La recomposición de las decenas de vasijas de cerámica, su clasificación y estudio, avanza a muy buen ritmo. Mientras María José y Elena dibujan en la jaima grande, Mohamed Farouk, ahora asistido por tres chicos jóvenes aprendices, va juntado fragmentos y reconstruyendo vasijas con una facilidad admirable. Hoy ha sido un día muy agradable en el yacimiento, pues ha estado nublado toda la jornada y ha soplado una brisa refrescante. Ahora por la noche incluso están cayendo una gotas. En ciudades del Delta, Port Said, Alejandría, Ismailia, la situación social es bastante compleja y se están viviendo episodios de violencia, pero por aquí, en el sur, en Luxor, la situación está totalmente tranquila, sin el menor síntoma de tensión o conflicto, por lo que podemos trabajar y hacer una vida totalmente normal.