26 enero 2006

Trabajo de campo

Los fragmentos de inscripción ahora salen por todos lados. Incluso dentro del pozo que excava Haled, que ya ha alcanzado cuatro metros y medio de profundidad, han salido fragmentos de las paredes de Djehuty y de Hery. En la zona de Marga ha salido, además, una pequeña lasca de piedra caliza con una breve inscripción en tinta negra, escrita en hierático.

Curro y Parra, revisando los materiales hallados en la jornada de ayer, descubrieron una pequeña inscripción en copto escrita en una de las numerosas telas de lino que encontramos hechas un rebuño en la excavación del exterior. El texto está escrito con tinta negra y en caracteres de tamaño grande. Después de registrarlo, lo pasaron a la mesa de restauración de Pía. Alisó la tela, la limpio superficialmente y la consolidó.

Por ahora esta parece ser la campaña de los pozos funerarios. Hoy, en el pozo de la tumba intermedia hemos alcanzado ya la parte superior de una cámara funeraria, a tres metros y medio del borde superior del pozo. Como era de esperar, la cámara esta llena de escombros casi hasta el techo. Comenzaremos a excavarla ya el sábado, pues mañana viernes es día de descanso.

Trabajo de gabinete

Uno de los objetivos de Carlos Spottorno para esta campaña es fotografiar las paredes de la tumba de Hery. El asunto es complicado debido a la longitud de las paredes y a la estrechez del pasillo. Para facilitarle el trabajo, el rais Alí, Sayed y otros dos trabajadores han sacado del pasillo dos grandes piedras que estaban allí en medio desde la primera campaña. Es difícil calcular cuanto pesaban; desde luego, muchísimo. Para poderlas sacar han tenido que montar unas rampas con tablones de madera e ir introduciendo delante, como hacían los antiguos egipcios, palos redondeos que pudieran rodar. La mayor dificultad ha estado en sortear los escombros de la sala transversal de la tumba intermedia.

En el pasillo de la tumba de Djehuty, Sergio y Pía han seguido investigando sobre las inundaciones y los fuegos que sufrió la tumba después de que Djehuty fuera enterrado en ella. Junto a ellos, Ana ha estado revisando los dibujos epigráficos del ritual de la Apertura de Boca que decora la pared este del pasillo. Fuera, en el patio, Andrés sigue siglando y estudiando los fragmentos de inscripción hallados en las pasadas campañas de excavación: de Djehuty tiene contabilizados unos cuatrocientos y de Hery hemos recuperado más de cien.

Vida cotidiana