25 enero 2018

Esta tarde fuimos invitados a la inauguración en el Museo de Luxor de una pequeña exposición de los principales hallazgos de la misión de la universidad de Basilea en el Valle de los Reyes. Una vitrina fenomenal albergaba un ataúd en muy buen estado de la dinastía XXII, hallado junto con una estala dedicada ala divinidad solar, además de vasijas y otros materiales de finales de la dinastía XVIII. El salón de actos se abarrotó, tanto de personal local del Servicio de Antigüedades, como de miembros de misiones arqueológicas extranjeras. Una buena excusa para reunirnos todos, saludarnos y cambiar impresiones. En situaciones como esta uno se da cuenta que estamos en el ojo del huracán de la arqueología egipcia. También uno entiende que la cooperación y comunicación entre colegas es esencial para que se desarrolle la ciencia. Pues de la recepción, dimos un paseo por el zoco y nos fuimos a cenar a un restaurante indio que hay en Saint Joseph Street.

Hoy es el aniversario de la revuelta contra Mubarak de 2011, el cual se ha convertido recientemente en el día de la policía y en fiesta nacional. Pero un par de días atrás pedimos permiso y ayer nos comunicaron que sí podríamos trabajar hoy. Para agradecer el esfuerzo de los trabajadores, incluimos una propina en la paga al final de la jornada, lo que les ha alegrado el día. La primera paga, entregada uno a uno a más de un centenar de trabajadores. La vida ha subido mucho este último año en Egipto, sobre todo productos básicos de consumo diario: la comida, el tabaco, el té, la luz, el gas… Por otro lado, como la libra se ha devaluado todavía más (el cambio está a casi 22 libras egipcias por un euro, hace un par de años estaba a diez), hemos considerado necesario, y nos ha sido posible, incrementar el sueldo de todos los trabajadores.

Después del desayuno de media mañana, ha venido a visitarnos al yacimiento Rob Demarée, profesor de egiptología de la universidad de Leiden y una eminencia en el estudio de textos escritos en hierático. Después las últimas novedades en el yacimiento, hemos abusado de la amistad que nos une para mostrarle algunos linos escritos, pairos y ostraca para que nos ayudara a resolver algunas dudas sobre la lectura de algunos signos concretos. Es una suerte tener como apoyo a un sabio como es él, además de ser una bellísima persona. Una de las cosas mejores que tiene la arqueología es la cantidad de personas especiales que te vas encontrando en el camino.