Hoy viernes nos lo hemos tomado tranqui. Desayuno a las ocho en el patio del Marsam y a las nueve muchos del equipo nos fuimos a visitar tumbas de nobles en la colina Sheikh Abd el-Qurna que tuvieran representaciones de jardines o escenas de agricultura. La primera parada fue la tumba de Rekhmira, visir de Tutmosis III, que incluye un pequeño jardín o huerto rectangular compartimentado en cuadrados formando una cuadrícula delante de una pequeña capilla. Al otro lado, un individuo con un arado se dispone a trabajar la tierra. Después, visitamos la tumba del alcalde de Tebas bajo el reinado de su hijo, Amenhotep II, cuya cámara sepulcral tiene parte del techo decorado con un emparrado cargado de racimos de uvas. Desde allí, marchamos por la ladera de la colina hasta la tumba de Mena, tan espectacular como las anteriores. El artista ocupa una pared entera de la sala transversal con gran escena de agricultura, cargada de detalles a la vez anecdóticos y simbólicos. En la pared derecha del pasillo central, una animada y colorida composición de caza y pesca en los pantanos presenta al propietario en plena acción sobre una barquichuela acompañado por niños y niñas semidesnudos como alegoría al ciclo de la vida de la que el difunto espera participar. Para terminar , visitamos la tumba de Nakht y de Amenemope, y regresamos a comer al hotel a las dos y media.
Al caer la noche, hemos tenido una fiesta conjunta con el equipo belga. La misión belga cumple hoy su veinte aniversario. La puso en marcha Roland Tefnin, profesor en la Universidad Libre de Bruselas, y tomó el relevo desde 2006 Laurent Bauvai. Con ellos hemos compartido hotel desde nuestros comienzos hace diecisiete años. Ha sido una suerte y un placer tenerles de compañeros en el West Bank. No podíamos tener mejor compañía. Habrá que empezar a planear ahora nuestra fiesta de aniversario durante la campaña de 2021. Esperemos que así sea y que la celebremos con ellos también.