25 enero 2003

Trabajo de campo

El trabajo avanza a buen ritmo. El corte delante de la entrada de la tumba de Djehuty es ya tan profundo que los últimos días le hemos estado dando vueltas a cómo organizar la salida para salvar el desnivel. Se ha decidido ampliar la cuadrícula por el sector N y salir por una rampa en forma de L. Andrés y José Lull colocaron primero las cartelas que indican los límites de cada subdivisión del terreno y hoy han comenzado a excavar allí tres grupos. El área coincide con la entrada a la tumba de Hery. Por ello, no es de extrañar que hayan salido hoy a la luz fragmentos de relieve y de inscripción provenientes de dentro de dicha tumba.

Uno de ellos tiene esculpido parte del cartucho de la reina Ahhotep, y proviene de una inscripción que recorre una de las paredes del pasillo y que sólo Champollion llegó a ver completa, pues cuando Lepsius entró en la tumba pocos años después y volvió a copiar la inscripción, ésta ya estaba parcialmente dañada. Tal vez nosotros consigamos dentro de unos años recomponerla de nuevo.

Para poder ampliar la superficie de excavación, hemos contratado hoy a nuevos trabajadores, elevando la cifra a cincuenta y tres. Tenemos que estar ahora todos muy atentos a cómo progresan los distintos grupos que trabajan fuera. José Miguel ha preparado el terreno para excavar mañana la tabla de sarcófago que descubrimos el jueves. Junto a él, en el área que controla José Lull, ha aparecido un nuevo fragmento de la tablilla con la plantilla dibujada. La pieza incluía parte del texto hierático escrito en columnas.

Trabajo de gabinete

Carlos y Juan han terminado de topografiar la tumba de Hery. Luego, a eso de las doce de la mañana, han entrado en la cámara más profunda de la tumba de Djehuty con Alicia y José Manuel para volver a tratar el modo de contener los escombros que caen de la tumba superpuesta a la de Djehuty. Esta vez, el rais Ali ha sido “invitado” a la discusión y ha expresado apasionadamente su punto de vista y la forma en la que él lo haría . En su argumentación, nos ha relatado algunas anécdotas de cuando excavó con los alemanes y ha conseguido sacarnos alguna carcajada, a la vez que volvía a asombrarnos con sus recursos. Con algunas modificaciones sobre su primer plan, consiguió convencer a los arquitectos y se puso como reto que mañana a las tres tendría acabado el trabajo; pero no quiere empezar antes de la una para no desatender la excavación del exterior.

José Manuel ha estado un poco liado al final de la mañana con la burocracia del Servicio de Antigüedades y con los problemas derivados de la nueva regulación sobre cómo pagar al inspector que nos acompaña en la excavación. A ver si mañana se quita ya ese problema de encima. Por lo demás, todo sigue bien.

Vida cotidiana