23 enero 2018

Cuando Spiegelberg y Newberry excavaron para el marqués de Northampton en nuestra zona de Dra Abu el-Naga durante el invierno de 1899, utilizaron como referencia espacial una casa próxima a la excavación que pertenecía a la familia de un tal Idris Awad. En concreto, cuando hallaron dos objetos con el nombre del príncipe Ahmose(-Sapair) dicen estar en la línea entre la tumba de Hery y la casa. Ahora, habiendo pasado tanto tiempo y habiéndose demolido hace diez años las casas del poblado moderno y trasladado a sus habitantes a otro pueblo, no teníamos plena seguridad de cuál era la casa de Idris Awad. Estando así las cosas, Ahmed, el inspector del Servicio de Antigüedades que nos acompaña en esta campaña y que vive al otro lado de la carretera, nos contó a José Miguel y a mí que la basura y el detritus que estamos excavando en la zona superficial frente al jardín correspondía a la zona que ocupaba antes la casa y al establo de un tal Sayed Abbas, hermano del dueño de la tienda Aida for Alabaster que todavía queda en pie a la entrada al yacimiento. Nos acercamos a hablar con él y resultó ser el nieto del “famoso” Idris Awad, que en realidad se llamaba Idris Awadallah. Él, de hecho, se llama Taia Abbas Idris Awadallah, y nos confirmó que la casa familiar era la que se levantaba justo detrás de la tienda hasta 2007. Esta información refuerza la hipótesis que la tumba del príncipe Ahmose(-Sapair) debió en esta zona de Dra Abu el-Naga, muy probablemente en nuestro yacimiento.

A primera hora de la mañana, Angie y Pito han preparado el patio donde se ubica el jardín para una sesión de fotografías que mostraran el progreso de la excavación hasta el momento, documentando el estrato de arena fina aluvial de diez centímetros de potencia que cubre la roca del suelo. El patio se va rehundiendo a medida que excavamos hacia el patio y hacia la entrada de la tumba, por lo que calculamos que todavía nos queda por excavar aquí más de un metro. Pito ha utilizado, como ya hiciera el año pasado, una pértiga con un estabilizador al que se acopla la cámara que se manipula desde un móvil. Por su parte, Angie se ha quitado las botas para no dejar huellas al colocar los jalones y en norte.

La restauración en la tumba de Djehuty avanza a buen ritmo, gracias al buen trabajo que están realizando los tres restauradores egipcios a la entrada del monumento. Y en la sala transversal, el nuevo soldador de este año también está demostrado una gran profesionalidad, por lo que el techo metal estará terminado antes de lo previsto. El calor todavía no es sofocante, por lo que se resiste bastante bien hasta las tres en el yacimiento.