22 enero 2014

La excavación prosigue a buen ritmo en todos los frentes. Los primeros días son siempre más tranquilos porque, al ensanchar o abrir zonas nuevas, lleva un tiempo hasta que se alcanzan niveles antiguos; y es por eso que los descubrimientos suelen ocurrir siempre, en este y en otros yacimientos, al final de la campaña. Ahora toca tener paciencia e ir descendiendo a buen ritmo, pero manteniendo la máxima atención. Esta ‘tranquilidad’ nos ha dado la oportunidad de familiarizarnos con la nueva versión de la base de datos y con la nueva disciplina de introducir ‘metadatos’ en cada una de las fotos que sacamos y seleccionamos. Los metadatos se introducen con el programa Bridge y permitirán luego hacer búsquedas de manera más eficiente y rápida entre las miles de fotos que sacamos entre todos cada campaña.

La restauración dentro de la tumba de Djehuty también avanza de forma llamativa. En ella participan también Joan y Nacho, que están preparando la instalación de un techo de metal para el pasillo central. Ya hemos comprado las bandas de hierro necesarias, cortadas a medida, y ahora queda pintarlas de negro, soldarlas, y engancharlas al techo. El techo de la tumba de Djehuty está en mal estado, no conserva nada de la decoración original y es por eso que podemos instalar la protección al propio techo, lo que evitará daños personales si se desprendiera algún bloque. Igual que en la capilla del fondo, el falso techo nos permitirá el año que viene instar luces led para iluminar desde arriba los relieves de las paredes del pasillo.

Salima y Cisco, con la ayuda de Kamal, siguen excavando al fondo del pozo de la tumba-capilla de Hery. Hoy hemos confirmado que sus dos cámaras sepulcrales comunican con las dos cámaras del pozo funerario al fondo de la tumba-capilla intermedia, la -399- (ubicada entre la de Djehuty y la de Hery), convirtiendo también el subsuelo en otra catacumba.