21 febrero 2014

El viernes hemos terminado grabar los últimos contenidos para el documental. A primera hora estábamos en el Museo de Luxor, filmando no sólo nuestros objetos allí expuestos, sino también otras piezas que ayudarán a contextualizar aspectos de la excavación y las tumbas. La estela de Kamose que narra su campaña militar contra los reyes aamu/”semitas” asentados en el delta oriental, servirá para introducir la tumba de Hery, pues uno de sus hermanos, llamado Ahmose y apodado Aamu/“el semita”, probablemente participara en esa campaña. La maravillosa estatua de Tutmosis III nos servirá para hablar de cómo los artistas egipcios dividían en vertical el cuerpo humano en 18 secciones para hacerlo proporcionado, tal y como se aprecia en la Tabla del Aprendiz. Y los dos relieves de Hatshepsut todavía luciendo sus formas femeninas (antes de coronarse rey del Alto y Bajo Egipto), nos servirán para hablar de los comienzos de su reinado y de los comienzos de Djehuty como su supervisor del Tesoro y de los artesanos.

Después, algunos del grupo nos hemos acercado caminando desde el Marsam al Valle del Color, para enseñarle a Javier de dónde obtenían los artistas algunos de los colores que empleaban en la decoración de las tumbas. Y, una vez allí, subimos hasta la entrada a la tumba del visir Meket-Ra. Dentro de esa tumba, el Museo Metropolitan de Nueva York halló a principios de siglo la tumba llena de maquetas de madera ilustrando la vida cotidiana de la época. Una maravilla. Parte se exhiben en ese museo y parte en el Museo de El Cairo.

Después de comer conseguimos dedicarle al informe final unas tres horas, pues a las siete de la tarde habíamos quedado con Alí y una veintena de nuestros trabajadores más veteranos para ir a cenar y bailar, lo que se conoce entre nosotros como “Fantasy”. Aunque a estas alturas ya estamos todos un poco cansados, compartir juntos una noche de celebración es una parte importante de la filosofía del proyecto. Ellos lo agradecen mucho y se lo pasan fenomenal, y nosotros ni te cuento…