Hoy hemos aumentado las zonas de excavación y el interés va creciendo por momentos. Carlos ha comenzado a excavar con Ibrahim y con Hussein en el interior de la gran tumba excavada en la roca y asociada al jardín. El año pasado nos quedamos a mitad del pasillo, habiendo excavado ya una sala lateral y habiendo dejado a la vista la entrada a un pozo. Antes de meternos a excavar este último, nos interesa antes llegar hasta el fondo del pasillo para tratar de conocer las dimensiones y planta completa de la tumba. Los escombros llegan casi hasta el techo, lo que quiere decir que en algún momento, en época moderna, han sido arrastrados y amontonados para despejar otras zonas, probablemente la entrada. Aunque la tumba ha sido, evidentemente, visitada en época contemporánea, en los niveles inferiores, en contacto con el suelo, podemos encontrar restos de los enterramientos originales. Claro que para llegar hasta los niveles buenos toca excavar más de un metro de potencia de revuelto moderno. Claro, que la sorpresa puede surgir en cualquier momento y en cualquier nivel.
Angie ha comenzado, con Saabut, a excavar a la entrada del patio del jardín, mientras que David y Gamal han ido retirando la protección del jardín hasta dejarlo totalmente descubierto. La zona ha quedado ya lista para que cuando mañana se incorporen al equipo los geólogos puedan ponerse manos a la obra en el estudio de los perfiles que rodean el jardín. Y un poco más arriba, José Miguel y Laura siguen excavando delante del patio de entrada a la tumba de Djehuty. Todavía les quedan varias jornadas de niveles de revuelto moderno, así que tendrán que tener paciencia.
Dentro de la tumba de Djehuty, Carmen y Dani han continuado hoy con la fotogrametría de las paredes de la cámara más interna. El objetivo es producir una ortofoto de cada pared y usarla luego de base para realizar el dibujo epigráfico. El sentido del dibujo es complementar la documentación que proporciona la fotografía, discriminando la información, enfatizando unos aspectos sobre otros según lo que se pretenda transmitir. Es decir que, mientras que la fotografía proporciona una imagen próxima a la realidad, el dibujo es intencionadamente subjetivo, es una interpretación del especialista que debe, con sus conocimientos y experiencia, filtrar la información y facilitar la comprensión de la realidad. La epigrafía se hace fundamental cuando, como en la tumba de Djehuty, la superficie de la pared tiene distintos daños que distraen y llegan a ocultar parte de la decoración y de los textos. Bien es verdad que la realización del dibujo consume mucho tiempo, pero el resultado puede ser llegar a ser fundamental para los colegas que no han tenido, ni tienen, acceso al monumento. Así, fotografía y dibujo son dos formas de documentar que se complementan.