20 enero 2014

El grupo va creciendo poco a poco. Hoy se ha incorporado Lucía, que retomará su trabajo de ir juntando los fragmentos del Libro de los Muertos de Djehuty que hallamos caídos sobre el suelo de su cámara sepulcral. La actividad en el yacimiento ya es total, a pesar del calor que ya hace, pues estos días estamos superando los treinta grados (incluso por las noches hace más calor de lo normal).

Salima y Cisco ya están plenamente sumergidos en las cámaras sepulcrales del fondo del pozo de Hery. Mientras la cámara norte está repleta de momias de ibis y halcones, la cámara sur está casi vacía, con huesos de aves sueltos, esparcidos por el suelo de toda la cámara, y a la entrada se acumulan un conjunto de piedras y adobes que se utilizaron para cerrar la entrada. Hemos comenzado haciendo una pequeña cata en una de las esquinas de la cámara sur para comprobar la potencia de la acumulación de huesos y la tipología. Entre los huesos de ibis y halcones, han hallado el pico de una rapaz de mayor tamaño, tal vez de un águila.

La restauración continua tanto en el interior de la tumba de Djehuty, como en la jaima de Pía, donde se limpian, consolidan y se empaquetan los principales objetos. Pía presta especial atención a los tejidos (está preparando un estudio para publicación) y también realiza los dibujos arqueológicos de los principales objetos, tanto de la cerámica ‘especial’ como de las piezas con inscripción.