El número de trabajadores ha aumentado hoy considerablemente, superando el medio centenar. La mayoría de ellos se dedicarán a limpiar al sur del yacimiento, en la zona que el Consejo Supremo de Antigüedades nos ha concedido como ampliación. Se trata de los escombros que quedaron de la demolición de las casas del poblado moderno que ocurrió hace dos años. Entre otras, está lo que queda de la casa de la familia Bolbol, que nos sirvió el té en la excavación durante cinco años, y que hoy a quedado reducida a un montón de adobes.
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Esperando ser contratados y que el rais Alí grite su nombre.
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Limpieza al sur del yacimiento en la ampliación recién concedida.
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Retirada de los adobes y el escombro de las casas derruidas hace dos años.
Gemma y Parra han estado sacando fotos a la cámara funeraria del pozo de Djehuty. Luego, Carlos y Alí han estado discutiendo sobre las grietas en la piedra del techo y la seguridad dentro de la cámara. Alí siempre es optimista y lo deja todo a la voluntad divina. Carlos, más realista y práctico, hace todo lo posible por prevenir los accidentes y concienciarnos de los riesgos.
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Los más de ocho metros del pozo de Djehuty.
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Joan al fondo del pozo de Djehuty.
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Discutiendo sobre la seguridad en la cámara funeraria de Djehuty.
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Pía preparándose para descender por el pozo de Djehuty.
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Carlos retira uno de los bastones de Iqer.
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Pía limpia uno de los tablones pequeños del ataúd de Iqer.
Salima y Roxie han seguido trabajando con la momia de Iqer, después de que Pía y Nieves retiraran los bastones y arcos. Mientras tanto, en el exterior, Curro y su cuadrilla han seguido profundizando en la zona del patio de Djehuty donde encontramos a Iqer. Por ahora no sale nada, pero la sorpresa puede surgir en cualquier momento.