19 enero 2006

Trabajo de campo

Hoy hemos empezado a excavar. La mañana comenzaba con un gran grupo de hombres esperando a que llegáramos al yacimiento para ver si les contratábamos para trabajar. Con el rais Alí habíamos calculado los grupos que distribuiríamos en el área de excavación, y cogimos a cincuenta. Seguro que acabaremos aumentando el número, sobre todo cuando tengamos el prolongar el muro de piedra que protege el yacimiento del poblado.

Los grupos se distribuyeron por la colina que se eleva delante de las tumbas, y Marga y Gemma se encargaron de supervisar el trabajo y de ir tomando las notas oportunas. Yo me llevé dos grupos, liderados por Ibrahim y Haled, a una zona del patio de la tumba de Hery que quedó sin excavar en la campaña anterior. Aquí, descubrimos una estructura rectangular construida con adobes, que se elevaba del suelo un metro. Mientras los dos grupos excavaban alrededor, el hermano de Alí, Omar Farouk, se encargó de excavar el interior. Muy probablemente se trate de la superestructura de una tumba-pozo excavada en la roca. El año pasado encontramos aquí un par de cerámicas y los restos de una momia, pero deben ser posteriores al primer enterramiento, pues todavía no hemos tocado fondo.

Carlos y Juan encargaron ayer una escalera de madera y unos tablones para poder descender fácilmente por el pozo funerario de Hery y trabajar dentro, a cinco metros de profundidad. Alí tenía todo listo ya a primera hora. El montaje no es sencillo, pues el pozo es de dimensiones reducidas, justo lo necesario para poder descender por él un ataúd horizontalmente. En la boca del pozo debe caber la escalera para bajar y subir, una polea enganchada a un trípode para subir la tierra excavada y unos tablones atravesados donde pueda colocarse la persona que asciende la carga.

Trabajo de gabinete

Andrés ha conseguido ya los primeros resultados trabajando con los bloques que proceden de la gran inscripción autobiográfica de Djehuty que se esculpió en la sala transversal y que, años después, se rompió para abrir un paso interior hacia la tumba de Hery. Curiosamente, mientras la parte de la inscripción que todavía está in situ se conserva en un estado regular, con los signos jeroglíficos algo desvaídos, los signos inscritos en los bloques que encontramos en la excavación del exterior se conservan en muy buen estado, reteniendo todavía parte de su color ocre rojizo.

Ha sido un día intenso, como los que nos esperan de ahora en adelante. Mañana viernes toca descanso, coger fuerzas para la dura semana que nos espera a partir del sábado.

Vida cotidiana