La excavación se ha desarrollado hoy con la mitad de los trabajadores, echándose de menos la algarabía, los gritos del capataz, el trajín de gente, el polvo. Pero, a la vez, daba gusto la paz y la calma se sentía, que invitaba al trabajo sosegado y meticuloso. En verdad, esta es la situación esperable e idónea, pero en Egipto las cosas tienen cierta tendencia a hacerse de otra manera. Nuestro yacimiento, por las dimensiones y la potencia de terreno de más de cinco metros que tenemos que excavar para alcanzar los niveles buenos, es decir, los que se conservan mejor, sin alteraciones modernas, es propenso a necesitar numerosos trabajadores. Este año hemos contratado a menos gente, pero aún así hemos llegado a un centenar. Estos días tenemos a unos cuarenta y cinco.
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Aurora visita la tumba de la dinastía XI con cerámica de la XVII.
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Documentando conos funerarios dentro de la tumba de Djehutynefer.
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Ibrahim saca a la luz un jarra intacta de la dinastía XIII a la entrada de la tumba que excava Carlos.
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Joan topografía el patio de entrada a las grandes tumbas, incluyendo el pequeño huerto.
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David ayuda a Joan a escanear el nivel de la dinastía XIII.
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Restos humanos de la dinastía XXI dentro de la tumba que excava Carlos.
El patio de entrada a las grandes tumbas ha quedado perfectamente nivelado en el estrato de la dinastía XIII, listo para una sesión de fotografía con la pértiga de Pito, y con la estación Leica de Joan. La documentación es fundamental, es el verdadero objetivo, porque es lo que se publicará, la información que trascenderá a los demás colegas y lo que será luego discutido. Por ello, merece la pena parar la excavación para tomar fotos y datos topográficos en buenas condiciones.
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Pía calca una estela para luego dibujarla al detalle.
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Ahmed Tuamy se encarga de cubrir los muros modernos con mortero y “hiba” para distinguir lo antiguo de lo moderno.
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Alí se despide de Nacho al final de la jornada, pues mañana se va a Sudán a trabajar para una misión arqueológica americana.
Hoy es el último día de Nacho en la excavación. Mañana marchará a Sudán para incorporarse a una misión americana que trabaja en las pirámides de El-Kurru. Ya está casi terminado el nuevo cerramiento de la tumba de Djehuty; lo que falta lo acometerá Joan. La obra ha sido más complicada de llevar a cabo de lo que pensábamos, por problemas inesperados de logística, de disponibilidad y organización de los distintos especialistas que intervienen. También es verdad que Nacho ha tratado de cuidar hasta el mínimo detalle, y en una excavación en Egipto esto se convierte en misión imposible. Le echaremos mucho de menos cuando rematemos el edificio los últimos días.