18 enero 2014

Hoy ha sido el primer día con trabajadores en el yacimiento y, aunque al principio se nos notaba algo anquilosados, en un par de horas el ritmo era casi frenético, como de costumbre. Hemos contratado a ochenta y dos trabajadores. La mayoría de ellos, supervisados por José Miguel y Carlos, estarán al menos una semana retirando el metro de potencia de residuos y derrubio moderno producido por las casas que estaban allí hasta hace unos años, en el denominado “Sector 10 Norte”. Tres grupos estarán con Angie en el Sector 10 Sur, y un grupo estará con el mudir excavando el pozo funerario asociado a las figurillas de madera (shabtis) con el nombre de Ahmose-Sapair y las cerámicas de finales de la dinastía 17. El pozo parece haber sido saqueado en época Saita (tal vez también antes), por lo que es muy difícil prever lo que nos encontraremos al fondo.

También se han incorporado hoy al equipo tres restauradores egipcios, dos de ellos ya estuvieron con nosotros los dos últimos años, Khaled y Mohamed. Enseguida, se han colocado frente a la pared derecha del pasillo y, dirigidos por Nieves, han comenzado a colocar y fijar en la pared fragmentos desprendidos de las escenas e inscripciones, recuperados en el transcurso de la excavación del exterior. Mientras tanto, en la jaima pequeña, Pía ha estado revisando de nuevo las nueves pequeñas telas que envolvían a uno de los shabtis de barro del portavoz de Nekhen Ahhotep que hallamos el años pasado.

Por su parte, Curro y Gudelia han estado introduciendo el inventario de materiales en la base de datos y, al final de la mañana, haciendo fichas epigráficas de materiales. Todo parece rodar ya a buen ritmo y cada uno parece haber asumido plenamente sus tareas. Y por la tarde hemos tenido una reunión en el Marsam para depurar algunos detalles de la introducción de datos en la base de datos, así que, como de costumbre, la hora de cenar nos sorprendió frente a los ordenadores.