17 enero 2011

El amanecer de hoy ha sido especialmente claro, y pronto se ha llenado el cielo de globos aerostáticos. La excavación en los distintos frentes abiertos ha proseguido con normalidad. En el escombro de la tumba de Hery hemos acabado retirando dieciocho adobes, dos de ellos con la impronta de “el escriba Nebamon”, un viejo conocido nuestro, pues en la tercera campaña hallamos en el exterior de las tumbas un número importante de ellos. En el escombro de Baki hemos hallado hoy, fuera de contexto, un pequeño peine de madera.

Elena sigue trabajando con la cerámica dentro de la jaima grande. Junto a los fragmentos provenientes del pozo funerario de Djehuty, hemos extendido sobre las esteras la que hallamos dentro de los pozos UE 16 y 17 hace ya unos años, con el fin de cerciorarnos, con la ayuda de Mohamed Farouk, de que no pega ningún trozo más. Junto a Elena, Angie y Curro han estado escribiendo fichas de materiales de campañas anteriores.

Mañana abriremos un nuevo sector en la excavación, a la izquierda (suroeste) del patio de entrada a la tumba de Djehuty. Por ello, Carlos ha estado hoy preparando las cartelas para marcar los vértices de la cuadrícula que mañana planteará Joan con la estación total. Esta noche esperamos la llegada de siete más del equipo, por lo que ya estaremos casi al completo, seremos dieciséis… y todavía faltan tres más. Para recibirles, el cielo ha decidido esta noche decirles una lluvia excepcional, se ha ido la luz en todo el West Bank y ahora estamos en el Marsam a la luz de las velas. No se puede pedir más ambiente…