14 febrero 2014

A veces las cosas no salen como uno tiene previsto. Uno se esfuerza, a menudo, por tenerlo todo bien planeado, todo atado y bien atado, bajo control, y es difícil aceptar las contrariedades o, simplemente, los cambios de planes. Pero hay veces que, saliendo las cosas distinto a lo previsto, también salen bien, incluso mejor. Y todo esto viene al caso porque hoy hemos tenido la visita de Cesare Cuniberto, Director General de Unión Fenosa Gas, nuestro patrocinador. Y ahora , a las diez de la noche, escribiendo el diario del día, no me salen otras palabras que decir que nos ha dado una lección a todos, una lección inesperada, de humanidad, de sencillez y espontaneidad. En la terraza del Marsam, tras degustar la última espléndida paella de Joan de esta temporada, con la luz tenue del atardecer y la luna llena iluminando los campos de cultivo salpicados de palmeras, Cesare nos ha animado él la velada cantando canciones italianas con una fenomenal voz y un sentido del humor admirable. Y nosotros que dábamos vueltas a cómo animarle y entretenerle, resulta que ha sido él quien nos ha sorprendido con su naturalidad y sus canciones. ¡Bravisimo! Y sólo me sale decir, qué suerte tenemos de tenerle a él aquí y de tener a UFG como patrocinador.

Una de las canciones que ya se está convirtiendo en un clásico de estas veladas post-paella es “Qué será será, whatever will be, will be…” Es un poco cursi, sí, pero el trasfondo es válido, y es que a veces es mejor dejarse llevar, no tratar de planearlo todo hasta el detalle, y dejarse sorprender. Las paellas, en el fondo, son una buena excusa para relajarse, desinhibirse un poco y hacer ambiente de equipo. Bueno, y antes de comer visitamos todos el Museo de Luxor, donde están expuestos algunos de los ramos de flores de hace más de 3000 años que hallamos tirados en un agujero en el patio de Djehuty, los pendientes de oro de Djehuty y la Tabla del Aprendiz del año 1470 a. C., y el ataúd de Iqer del año 2000 a. C. Después, nos marchamos al Valle de los Reyes, donde tuvimos la suerte de poder visitar, entre otras, la tumba de Tutankamon y de Ramsés VI, dos tumbas muy especiales.