1 febrero 2003

Trabajo de campo

Febrero. Sábado. Más obreros. Se amplian nuevos cortes. El exterior va tomando un aspecto muy diferente al que tenía hace sólo dos semanas. Andrés y José Miguel han tenido hoy mucha tarea, cada vez la puerta de la tumba intermedia entre Djehuty y Hery (conocida como 399 de Kampp) está más próxima. Hoy ha comenzado ha verse parte de la talla de piedra en torno a ella y también una buena hilada de adobes que parecen delimitar una estructura.

Marga continua en las inmediaciones del nicho. Las numerosas piedras de derrumbe que se encontraban delante, han sido convenientemente dibujadas y fotografiadas para poder sacarlas. Todo tiene hoy un aspecto diferente, estamos ya a muy pocos centímetros del suelo original del patio.

En el sector que controla José Lull hemos continuado descubriendo el sarcófago del que el jueves sólo veíamos los pies. Una vez más nuestro rais Ali parece tener razón. A lo largo de la mañana lo ibamos desenterrando shuaia shuaia (poco a poco, despacio). Pronto llegamos a los brazos. Las manos permanecen intactas, extendidas, el codo aparece marcado, algo no demasiado frecuente. Su estado de conservación es bastante bueno, pero no es bueno confiarse y Montse y Alicia se han dedicado con ahínco a limpiar y a seguir consolidando cada grieta, cada pequeño fragmento de estuco levantado.

Cuando esta tarea se ha terminado se ha tapado con plastazote y se ha protegido con una pequeña estructura de cuñas y tablones de madera. Se trata de poder continuar con la excavación sin hacer sufrir al sarcófago. Siguiente paso: la búsqueda del rostro… mañana el desenlace.

Trabajo de gabinete

Hay que llevar el trabajo al día. El único modo de poder asimilar tanta información como genera una excavación de este tipo es hacer fichas de materiales de manera sistemática. Cualquier momento es bueno: el desayuno de las diez, el tiempo que queda desde que los obreros se van a la una hasta que cerramos la tumba a eso de las tres, incluso con el apoyo de las fotografías al atardecer en el Marsam. José Manuel, José Miguel, José Lull, Gemma y Andrés son los encargados de esta tarea. El resultado vendrá dentro de algunos meses , cuando todo el material grafico termine de ponerse en orden.

Las tardes en el hotel, en casa, están llenas de actividad. Hay mil datos que pasar a los ordenadores: los valores de las temperaturas y humedades, las distintas cotas que se van introduciendo en los planos, nombrar las cerca de 500 fotos que se hacen al día, etc.. Después, las reuniones de equipo en las que se ponen en común las distintas hipótesis y se comparte el trabajo realizado a lo largo de la jornada. Por último decidir que rumbo van a tomar las tareas del día siguiente.

Aún queda por redactar el diario que leeis cada día, ir a un ciber a introducir los datos en las plantillas del gestor de contenidos, hacer alguna compra… Hace horas que el sol se ocultó detrás del Nilo. Mañana, un largo día más que empieza con el desayuno que nos espera a las seis y cuarto de la mañana. ¡Buenas noches!

Vida cotidiana