Y como decíamos ayer, el gran propósito de hoy viernes (nuestro día de fiesta y «descanso») ha sido disfrutar y recargar las pilas. El grupo va aumentando y hoy se ha dividido para hacer distintas visitas: un grupo se ha ido al Valle de los Reyes, otro al Valle de las Reinas a visitar la tumba de Nefertari, y un tercer grupo ha estado visitando tumbas de los nobles en Sheikh Abd el-Qurna y Deir el-Medina y han terminado su excursión en el templo de Medinet Habu. Un grupo más reducido se ha tomado el día más relajado y ha estado paseando, haciendo unas compras por la zona y descansando. A mediodía nos hemos reunido de nuevo todos en nuestro punto de encuentro, el maravilloso patio del Marsam.
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Vista del Valle de los Reyes con el pico de El- Qurn al fondo.
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Laura y Carmen felices a punto de entrar a la tumba de Tutankhamun.
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Vista panorámica de las tumbas de Sheikh Abd el-Qurna.
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Aparcamiento de bicicletas cerca de la tumba de Ramose.
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Ana, David, María y Dani visitando Deir el-Medina.
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Ana y David posan con el poblado de Deir el-Medina de fondo.
Estos días tenemos la visita de varios familiares y amigos. Están con nosotros parte de la familia del mudir, Aurora y David, y también unos amigos suyos, Isabel y Michel. También ha venido a visitarnos María Lladó y estamos encantados de tenerlos a todos por aquí. Para algunos es su primera visita pero otros ya son repetidores por lo que parece que muy mal no se lo pasan con nosotros, ¿no creéis? Para nosotros es un orgullo poder mostrarles de primera mano en qué consiste nuestro proyecto, guiarles por el yacimiento, convivir con el equipo, y cómo no, compartir las viandas con las que nos damos nuestro pequeño homenaje cada viernes frente al maravilloso paisaje que nos brinda la terraza del Marsam. Compartir una buena comida, amenizándola con historias y anécdotas entre amigos, regándolas con un buen … brindis, dicen que es uno de los grandes placeres de la vida 😉 Además Carlos «basha» nos ha preparado unas riquísimas cebollas a la brasa con aceite de oliva y anchoas para el aperitivo, y la comida ha consistido en comida típica egipcia. Vamos, que no nos podemos quejar, que es un privilegio poder trabajar aquí y compartir estos buenos momentos entre amigos. ¡Que podamos disfrutarlo muchos años más!
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Espléndidos colores en el templo de Medinet Habu.
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Detalle de una de las columnas de Medinet Habu.
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Puerta egiptizante en nuestro barrio.
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Todo el grupo de comida en el Marsam.
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Vista desde la terraza del Marsam: camello y coloso entre las palmeras.
Mañana comienza una nueva semana, ¿qué sorpresas nos deparará la excavación? No os lo perdáis, os esperamos por aquí con más noticias.