MUSEO VIRTUAL | TUMBA-CAPILLA DE HERY

TUMBA-CAPILLA DE HERY

Hery fue “supervisor del doble granero de la esposa real y madre del rey, Ahhotep”, circa 1520 a. C.. La reina madre gobernó el país a comienzos de la dinastía XVIII desde la capital Tebas, mientras su hijo, el rey Ahmose, luchaba contra los hicsos en el delta oriental. Así, Hery menciona a Ahhotep, mientras que el nombre del rey Ahmose no es mencionado ni una sola vez en la decoración de las paredes de la tumba. De forma similar, la figura y el nombre de la madre de Hery se repiten, “la señora de la casa Ahmes”, pero no tenemos ninguna noticia sobre su padre.

MARCADORES

1.- Las paredes fueron decoradas en relieve de gran calidad, y las figuras nunca fueron coloreadas. Cuando Champollion y Rosellini entraron en la tumba, en el año 1829 los ladrones ya habían comenzado a arrancar algunos fragmentos de la pared para venderlos a los turistas occidentales. Pero la tumba sufrió especialmente a finales de ese mismo siglo. Por suerte antes de que ocurrieran los mayores destrozos, W. Spiegelberg, en 1896, hizo un calco de la pared izquierda del pasillo. Los papeles se conservan hoy en el Griffith Institute de la universidad de Oxford, y nos permiten saber cómo eran las partes de la pared que hoy faltan.

2.- La pared izquierda describe en tres registros la procesión funeraria y una imagen de las principales capillas del más allá. A continuación, se representa un gran banquete en el que Hery aparece acompañado de sus hijos, hermanos y hermanas La madre se sienta junto a Hery, desplazando a su esposa a una banqueta al otro lado de la mesa de ofrendas.

3.- La pared derecha comienza con una escena de caza con arpón de un hipopótamo y de pesca en los cañaverales. Después, hay una escena de caza con arco en el desierto, acompañada por un desfile de hombres llevando ofrendas a Hery y a su madre.

4.- La sala más interna pudo haber estado decorada en su momento, al menos parte, pero hoy en día no se conserva a penas nada, como consecuencia de los fuegos que allí se encendieron para quemar momias humanas y de animales en época tardía y ptolemaica.

TUMBA-CAPILLA DE HERY

Hery fue “supervisor del doble granero de la esposa real y madre del rey, Ahhotep”, circa 1520 a. C.. La reina madre gobernó el país a comienzos de la dinastía XVIII desde la capital Tebas, mientras su hijo, el rey Ahmose, luchaba contra los hicsos en el delta oriental. Así, Hery menciona a Ahhotep, mientras que el nombre del rey Ahmose no es mencionado ni una sola vez en la decoración de las paredes de la tumba. De forma similar, la figura y el nombre de la madre de Hery se repiten, “la señora de la casa Ahmes”, pero no tenemos ninguna noticia sobre su padre.

MARCADORES

1.- Las paredes fueron decoradas en relieve de gran calidad, y las figuras nunca fueron coloreadas. Cuando Champollion y Rosellini entraron en la tumba, en el año 1829 los ladrones ya habían comenzado a arrancar algunos fragmentos de la pared para venderlos a los turistas occidentales. Pero la tumba sufrió especialmente a finales de ese mismo siglo. Por suerte antes de que ocurrieran los mayores destrozos, W. Spiegelberg, en 1896, hizo un calco de la pared izquierda del pasillo. Los papeles se conservan hoy en el Griffith Institute de la universidad de Oxford, y nos permiten saber cómo eran las partes de la pared que hoy faltan.

2.- La pared izquierda describe en tres registros la procesión funeraria y una imagen de las principales capillas del más allá. A continuación, se representa un gran banquete en el que Hery aparece acompañado de sus hijos, hermanos y hermanas La madre se sienta junto a Hery, desplazando a su esposa a una banqueta al otro lado de la mesa de ofrendas.

3.- La pared derecha comienza con una escena de caza con arpón de un hipopótamo y de pesca en los cañaverales. Después, hay una escena de caza con arco en el desierto, acompañada por un desfile de hombres llevando ofrendas a Hery y a su madre.

4.- La sala más interna pudo haber estado decorada en su momento, al menos parte, pero hoy en día no se conserva a penas nada, como consecuencia de los fuegos que allí se encendieron para quemar momias humanas y de animales en época tardía y ptolemaica.