MUSEO VIRTUAL | TUMBA-CAPILLA DE DJEHUTY

TUMBA-CAPILLA DE DJEHUTY

Djehuty fue “supervisor del tesoro” y “supervisor de los trabajos” (de los artesanos, sobre todo los que trabajaban el metal) bajo el reinado de la reina Hatshepsut, en torno al año 1470 a. C. Además fue “supervisor del ganado de Amón”. Pero sobre todo, él se consideraba un gran escriba, y así diseñó la decoración de su monumento funerario para mostrar sus conocimientos de los textos antiguos y su habilidad de adaptar la escritura al edificio. Desde la fachada hasta su cámara sepulcral las paredes están enteramente grabadas con inscripciones.

MARCADORES

1.- Estela biográfica de Djehuty. Se enumeran los monumentos en los que él intervino como “supervisor de los trabajos” para la reina Hatshepsut, incluyendo la barca sagrada de Amón o la pareja de obeliscos que la reina hizo levantar en el templo de Karnak. En la segunda parte de la biografía se centra en su función como “supervisor del tesoro”, comenzando con la mención a su papel en la expedición al Punt (en el cuerno de África), registrando por escrito todo lo que llegó a la capital en el año 8 del reinado conjunto de Hatshepsut y Tutmosis III.

2.- Escena arpista. La representación de este banquete es la única en la que el propietario aparece sentado sólo, esperando las ofrendas y entretenido por la música de un arpista y dos mujeres tocando el sistro y cantando. En lugar de representar a los invitados junto al propietario, se ha tallado en la roca de la pared un banco corrido ocupando la parte inferior de la escena, para que los invitados acudan en persona al monumento y se sienten físicamente junto al anfitrión.

3.- La tumba-capilla de Djehuty es una de las primeras tumbas de la antigua Tebas que decora la fachada del monumento. Dos grandes inscripciones flaquean la entrada y dos estatuas del propietario, de pie, avanzando una pierna hacia delante, reciben al visitante.

4.- Pozo funerario en el que probablemente fueron enterrados los padres de Djehuty.

5.- Pozo funerario abierto posteriormente, probablemente en la dinastía XXV,

6.- Segunda inscripción biográfica de Djehuty.

7.- Escena de banquete en la que aparece Djehuty acompañado por sus padres, hermanos y hermanas. Djehuty no se casó, pues en su tumba no se representa a ninguna esposa, ni a ningún hijo. Por ello, se hace acompañar de sus padres. El banquete es amenizado por un arpista que, además, canta un himno al dios Amón creador del todas las cosas.

8.- Caza y pesca en los pantanos. La escena representa simbólicamente la imposición del orden sobre el caos, el dominio del hombre sobre la naturaleza, su capacidad de obtener alimentos. Muchos elementos de la composición aluden a la fertilidad y regeneración.

9.- Viaje a Abidos. Representación del viaje de peregrinación que Djehuty y sus padres realizaron, o quisieron haber realizado, hasta Abidos, en el Egipto Medio. Abidos era el principal lugar de culto del dios Osiris, rey de los muertos y juez supremo en el juicio final que todo individuo debía superar para alcanzar la vida eterna en el más allá.

10.- Caza en el desierto. La representación de la caza en el desierto representaba simbólicamente la imposición del orden sobre el caos.

11.- Apertura de la boca. Ritual a través del cual el difunto recuperaba sus funciones vitales, podría comer, hablar, ver, oir, andar, etc. Se podía realizar sobre la momia o sobre una estatua del difunto.

MARCADORES

1.- Tríada familiar. Djehuty se hace acompañar de sus padres, entre otras razones porque no se casó y, por tanto, no tuvo esposa, ni hijos. El peinado de la madre emula el de la diosa Hathor y tiene reminiscencias clásicas, de la dinastía XII. Djehuty sufre “damnatio memoriae”, su nombre y su rostro fueron sistemáticamente golpeados y borrados para eliminar su identidad y, con ello, su recuerdo, lo que le privaría de vivir más allá de su muerte física. Sus padres también sufrieron esa agresión, muy especialmente su padre. El nombre de la madre es respetado en varias ocasiones, lo que hace pensar que la “damnatio” pudo estar relacionada con la figura paterna.

2.- Pozo funerario de Djehuty. Mide algo más de ocho metros de profundidad. Al fondo del pozo se abre una amplia sala, con un segundo pozo de tres metros, por el cual se accede finalmente a la cámara sepulcral.

3.- Las escenas de las paredes reproducen rituales de carácter arcaico, documentados en la dinastía XII, casi quinientos años anteriores a la época de Djehuty. La lista de ofrendas que ahora se conserva tallada en la pared izquierda de la sala, fue antes tallada en la pared opuesta. Se cambió su ubicación para colocar sobre la entrada del pozo funerario la representación de rituales de sacrifico animal y humano.

TUMBA-CAPILLA DE HERY

Hery fue “supervisor del doble granero de la esposa real y madre del rey, Ahhotep”, circa 1520 a. C.. La reina madre gobernó el país a comienzos de la dinastía XVIII desde la capital Tebas, mientras su hijo, el rey Ahmose, luchaba contra los hicsos en el delta oriental. Así, Hery menciona a Ahhotep, mientras que el nombre del rey Ahmose no es mencionado ni una sola vez en la decoración de las paredes de la tumba. De forma similar, la figura y el nombre de la madre de Hery se repiten, “la señora de la casa Ahmes”, pero no tenemos ninguna noticia sobre su padre.

MARCADORES

1.- Tríada familiar. Djehuty se hace acompañar de sus padres, entre otras razones porque no se casó y, por tanto, no tuvo esposa, ni hijos. El peinado de la madre emula el de la diosa Hathor y tiene reminiscencias clásicas, de la dinastía XII. Djehuty sufre “damnatio memoriae”, su nombre y su rostro fueron sistemáticamente golpeados y borrados para eliminar su identidad y, con ello, su recuerdo, lo que le privaría de vivir más allá de su muerte física. Sus padres también sufrieron esa agresión, muy especialmente su padre. El nombre de la madre es respetado en varias ocasiones, lo que hace pensar que la “damnatio” pudo estar relacionada con la figura paterna.

2.- Pozo funerario de Djehuty. Mide algo más de ocho metros de profundidad. Al fondo del pozo se abre una amplia sala, con un segundo pozo de tres metros, por el cual se accede finalmente a la cámara sepulcral.

3.- Las escenas de las paredes reproducen rituales de carácter arcaico, documentados en la dinastía XII, casi quinientos años anteriores a la época de Djehuty. La lista de ofrendas que ahora se conserva tallada en la pared izquierda de la sala, fue antes tallada en la pared opuesta. Se cambió su ubicación para colocar sobre la entrada del pozo funerario la representación de rituales de sacrifico animal y humano.