La parte exterior del monumento funerario de Djehuty, el patio de entrada, de treinta y cuatro metros de largo, fue excavado durante las cinco primeras campañas, entre 2002 y 2006. La parte interior, que penetra horizontalmente diecisiete metros en la roca de la colina, terminó de excavarse en la novena campaña. La dificultad de la excavación en el interior se debió a la existencia de dos grandes agujeros en el techo de la cámara más interna, a través de los cuales había caído una enorme cantidad de tierra y piedras que llenaban la cámara casi hasta el techo.
Las paredes de la parte interior de su capilla-tumba están profusamente grabadas con inscripciones y decoradas con escenas en relieve, incluyendo tres extensas inscripciones autobiográficas, un gran himno al dios solar Amón-Ra, dos textos en escritura criptográfica de carácter religioso-funerario, la descripción mediante textos e imágenes de varios pasos del ritual de la Apertura de la Boca y de otros rituales menos comunes llevados a cabo durante su funeral, escenas de banquete junto a miembros de su familia, imágenes de él cazando en los pantanos y en el desierto, y de la peregrinación por barco a Abidos que supuestamente realizó en vida.
Djehuty pretende exhibir en su monumento para la posteridad, desde la misma fachada hasta lo más profundo, su capacidad y arte en la composición de textos y dominio de la escritura. Su cámara sepulcral, a doce metros por debajo del nivel del suelo del hipogeo, conserva el techo y las paredes enteramente escritas con pasajes del “Libro de los Muertos”, uno de los ejemplares más antiguos y, de entre éstos, de los más extensos e ilustrados de este corpus funerario.