Inicio de los trabajos de conservación de las paredes de la tumba de Djehuty

Dic | 2009

Nieves López Meijueiro

La tumba de Djehuty está excavada y tallada en la roca caliza de la montaña tebana y está decorada con relieves policromados.

Los primeros tratamientos de conservación comenzaron en la cuarta campaña, en 2006, por la restauradora Pía Rodríguez Frade, junto con el restaurador egipcio del equipo, Ahmed Bahdady. Consistieron en catas de limpieza como primera toma de contacto con las diferentes capas de depósitos que cubren la superficie de los muros, y en intervenciones de emergencia como:

  • Consolidaciones estructurales de zonas con riesgo de desprendimiento de fragmentos, realizadas por medio de inyecciones de mortero sintético.
  • Sellado de grietas y roturas con el mismo mortero sintético.

En la campaña del 2008 se comenzaron los estudios sistemáticos de las diferentes patologías que presentan la piedra y la policromía así como de los agentes de alteración que las han provocado, con la finalidad de plantear los tratamientos de limpieza y conservación más adecuados. Esta tarea fue llevada a cabo por Leandro de La Vega, restaurador-conservador del Instituto de Patrimonio, junto con Nieves López Meijueiro. Además, se realizaron pruebas de limpieza con diferentes productos para definir las pautas de intervención a seguir.

Con la colaboración del equipo de geólogos, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (CSIC), se confirma que la capilla se ha visto sometida a la acción de diferentes agentes como son:

  • Corrientes de viento.
  • Circulación de agua.
  • Variaciones de temperatura y humedad.
  • Acción del hombre de diverso tipo.
  • Derrumbes.

Estos agentes han causado diversas alteraciones que dificultan la lectura de las inscripciones y el análisis de la decoración en relieve, al tiempo que hacen peligrar la estabilidad del pequeño porcentaje existente de la policromía. Estas alteraciones o daños en la superficie pétrea son los siguientes:

  • Superficie erosionada con pérdidas de policromía y material pétreo.
  • Presencia de depósitos de barros y tierras.
  • Presencia de sales.
  • Formación de concreciones y acumulaciones carbonatadas.
  • Disolución de los materiales.
  • Pérdida del aglutinante de las policromías.
  • Calcinación, ennegrecimiento y rubefacción.
  • Formación de grietas y fisuras.
  • Desprendimientos, roturas y pérdidas de fragmentos de piedra y de policromía.
  • Cortes en la piedra para extraer y robar fragmentos.

Durante la campaña 2009 se han iniciado los trabajos de consolidación tanto del soporte, la misma roca de la colina, como de la policromía en las paredes de la capilla, es decir, la cámara más interna del monumento funerario. Ha sido fundamental la coordinación con el trabajo del equipo de arqueología, ya que la excavación del pozo funerario que se abre en un lado de la capilla se llevó a cabo en 2008 y 2009. A pesar de las incomodidades, se consideró más lógico comenzar el trabajo desde la parte más interna de la tumba y proseguir hacia el exterior, pues la idea era preservar los trabajos realizados de la forma más estable y limpia posible.

Trabajos previos a la intervención:

  • Documentación fotográfica de todas las paredes y detalles concretos de cada alteración.
  • Plano de las alteraciones, que servirá también para documentar todas las actuaciones de conservación realizadas a lo largo de cada campaña e ir acumulando información fundamental para conocer mejor los procesos de alteración en su conjunto.

Trabajos de conservación:

  • Se iniciaron en la pared noroeste de la capilla, la zona con mayores problemas de estabilidad, realizando tratamientos de consolidación estructural, limpieza y consolidación de la policromía.
  • Se llevó a cabo una limpieza mecánica con pinceles y peras de aire, que además sirvió para poder documentar fisuras, grietas y roturas ocultas por depósitos de polvo y tierras.
  • Se consolidaron lascas y fragmentos por medio de inyecciones de emulsión de agua + polivinil acetato (PVA) + resina acrílica (primal), previa inyección de una disolución de agua-alcohol que facilita la penetración del consolidante. Los pequeños fragmentos desprendidos se adhirieron con Acetato de polivinilo.
  • Todas las grietas se sellaron para obtener una superficie firme, compacta y sin oquedades expuestas a la acumulación de polvo. Este sellado se realizó con un mortero de cal en pasta y arena en proporciones 1/2.

Una vez consolidadas estas zonas de mayor riesgo, continuaron los trabajos por la pared sur-oeste, donde está representada una “lista de ofrendas”, realizándose los siguientes tratamientos:

  • Limpieza exhaustiva para localizar todas las fisuras, micro-fisuras y zonas huecas e inyectar adhesivo para su consolidación. En esta limpieza se utilizaron bisturís y se reblandecieron concreciones con ayuda, en los casos necesarios, de torundas de algodón empapadas en agua-alcohol. Estas concreciones fueron delicadas de eliminar debido a su dureza y a la fragilidad de la piedra.
  • En este proceso se contó con la ayuda de los epigrafistas del equipo, ya que al ser previsible la forma de muchos de los signos de escritura y figuras de las escenas, sus indicaciones ayudaron a trabajar sobre seguro. Al igual que en el resto de actuaciones de conservación, la consolidación también fue realizada en paralelo a la limpieza. Los materiales más frágiles, los morteros originales y la policromía, fueron consolidados incluso antes de proceder a la limpieza.
  • Los pigmentos que habían perdido el aglutinante y estaban pulverulentos se consolidaron con resina acrílica (Paralloid B-72) disuelta al 10% en Tolueno, por sistema de goteo.

En la campaña 2010, después de comprobar el estado de las zonas tratadas, se continuarán los tratamientos que ayudarán a ir sacando a la luz los relieves de la capilla.

CUADRO DE PATOLOGÍAS