Informe campaña 2017

Decimosexta campaña: 18 de Enero – 25 de Febrero 2017

AGRADECIMIENTOS

El Ministerio de Antigüedades Egipcias nos ha ayudado en todos los aspectos posibles, y estamos especialmente agradecidos al Ministro de Antigüedades del Estado, el Dr. Khaled El Anani, y al Dr Mohamed Ismail Khaled, Secretario del Comité Permanente y de Relaciones con las Misiones Extranjeras. En Luxor, como ha ocurrido todos los años anteriores, las autoridades responsables del Ministerio de Antigüedades han sido de gran ayuda, en particular Mohamed Abedel-Aziz, Director General de Antigüedades del Alto Egipto; Mustafa Wasiri, Director General de Antigüedades en Luxor; Taalat Abdel-Azziz, Director del Departamento de Antigüedades en el West Bank; Baha Abdi Yaber, Gerente del West Bank, Qurna; and to Aadel Arifan, Gerente de todas las misiones en el West Bank.

En esta campaña hemos contado con Montaser Abdel Magid como Inspector del Ministerio de Antigüedades. Ha sido al mismo tiempo estricto y vigilante, al que igual que cooperativo y de gran ayuda.

El Rais Ali Farouk El-Quiftauy, como en los años anteriores, ha vuelto a jugar un importante papel en el éxito de nuestro trabajo. El Rais o capataz organiza perfectamente a los trabajadores y tiene una sensibilidad especial para la arqueología, la conservación de los objetos encontrados y para las estructuras enterradas. Solo gracias a su implicación y a su energía hemos sido capaces de cumplir nuestros objetivos.

Durante esta última campaña hemos contratado alrededor de 100 trabajadores. Todos ellos han trabajado muy duro y han sido extremadamente cuidadosos, por lo que estamos más que satisfechos con su trabajo y esfuerzos.

En esta campaña se han unido dos restauradores egipcios al equipo: Mohamed Yaad y Mohamed Ahmed Salam. Ambos son unos excelentes profesionales y han resultado ser de gran ayuda en todo momento. Han participado en la limpieza de las paredes de la sala transversal de la tumba-capilla de Djehuty (TT 11), eliminando cuidadosamente el barro de la superficie, rellenando las grietas y consolidando las áreas con riesgo de derrumbe. Fatma el-Zahraa ha trabajado con nosotros como restauradora en prácticas y ha desarrollado un trabajo excelente. Además, hemos tenido con nosotros a tres inspectores en prácticas: Nahla Mohamed Saleh Abdallah, Dalia Mohamed Bahaa el-Deen y Dina Yoused Abd-Allah. Las tres han trabajado muy duro y se merecen todos los cumplidos posibles.

La campaña de excavación ha sido patrocinada por Técnicas Reunidas, Indra y Leica Geosystems.

INTRODUCCIÓN

Dra Abu el-Naga es el nombre moderno de la colina que se eleva sobre la orilla occidental, en el extremo norte de la necrópolis asociada a la antigua ciudad de Tebas, que se corresponde con la actual ciudad de Luxor. La misión española ha estado trabajando a los pies de la zona central de Dra Abu el-Naga desde enero de 2002, en el interior y alrededor tumbas-capilla excavadas en la roca pertenecientes a Djehuty y a Hery (TT 11-12).

Hery vivió a comienzos de la dinastía XVIII, bajo el rey Ahmose, y probablemente muriera bajo su sucesor, el rey Amenhotep I. Pudo haber estado relacionado con la familia real a través de su madre, Ahmes, quien es calificada en el monumento de su hijo como «adorno(?) del rey». El único título administrativo de Hery que se menciona en su tumba-capilla es el de «supervisor de los graneros de la madre y esposa real Ahhotep». Debió de ser una posición relevante, ya que la reina Ahhotep gobernó de facto como rey durante unos veinte años. Las paredes interiores de su monumento funerario fueron completamente decoradas en relieve de muy alta calidad, siendo una de las pocas tumbas-capilla decoradas que se conserva de este período, ca. 1510 a. C.

Djehuty vivió unos cincuenta años más tarde, ca. 1460 a. C. En la cima de su carrera administrativa como escriba, actuó como «supervisor del Tesoro» y «supervisor de los trabajos» realizados por los artesanos y trabajadores del metal de la reina Hatshepsut, quien también ejerció de rey del Alto y Bajo Egipto por casi el mismo lapso de tiempo que Ahhotep. Djehuty fue también «supervisor del ganado de Amón,» cargo que le vincula con el gran templo de Amón en Karnak, el cual se levanta justo en frente, al otro lado del Nilo. Las paredes de su tumba-capilla fueron decoradas en relieve, incluso la fachada y parte de la pared lateral izquierda del patio abierto. Su cámara funeraria también está escrita en su totalidad, con pasajes del Libro de la Salida al Día.

«SECTOR 10», AL SUROESTE DE PATIO DE ENTRADA DE LA TUMBA DE DJEHUTY (TT 11)

En los últimos cinco años, excavando al suroeste del patio abierto que da entrada al interior de la tumba-capilla de Djehuty, han sido descubiertos varios enterramientos de una época anterior, en su mayoría datados en la dinastía XVII (ca. 1600 a. C.). Entre ellos, (a) dos ataúdes infantiles tendidos en el suelo de costado, sin protección y sin ningún tipo de ajuar funerario; (b) la capilla de ofrendas y el pozo funerario del príncipe Intefmose; (c) la capilla de ofrendas y el pozo funerario del “hijo real” Ahmose; (d) un tercer pozo que probablemente perteneciera a un «hijo del rey del Alto y Bajo Egipto» que permanece en el anonimato; (e) un ataúd tipo rishi, bien conservado, de un hombre llamado Neb, re-enterrado en un cuarto pozo; (f) un enorme depósito votivo de cerámica de finales del la dianstía XVII y comienzos de la XVIII.

En la zona sur del Sector 10, se excavó el patio de una tumba excavada en la roca de finales de la dinastía XVIII o principios de la XIX. El patio tiene 8,80 m de largo y 6,80 m de ancho. El área fue utilizada en época Ptolemaica como hogar, incluyendo un horno de pan y utensilios de cocina. En este nivel, se encontró una estela de la dinastía XXII bien conservada, que está dedicada al «ka del escriba Pasherienaset, [su padre Osor] kon y su madre Nauperdjamaau,» probablemente de origen libio. También se encontraron por toda la zona fragmentos de un bol de fayenza azul, con el cartucho real de Osorkon III y motivos decorativos en negro. Por otra parte, fueron recuperados unos delicados fragmentos de un papiro con el Libro de la Salida al Día, que probablemente data de la dinastía XXII y perteneciendo uno de ellos a una mujer llamada Tanedjemy.

Un nivel de adobes caídos salió a la luz justo por debajo y más de cincuenta de ellos llevan el sello de Tu-tu-ya conservado parcialmente. También se encontraron alrededor de veinte fragmentos de shabtis de barro cocido y pintados con la inscripción “del supervisor del ganado de Amón, Tu-tu-ya”. Por lo tanto, parece probable que la tumba excavada en la roca perteneciera a Tutuya, que vivió en Tebas al final de la dinastía XVIII o a principios de la XIX.

La excavación del interior de la tumba excavada en la roca ha sido uno de los objetivos principales de la última campaña. Una serie de agujeros de saqueo, abiertos en el nivel geológico en el que la tumba había sido tallada, provocaron el derrumbe del techo. La entrada a la tumba mide 70 cm de ancho y tiene dos jambas de adobe. La entrada permite el acceso al pasillo central, cuyas paredes están revocadas con adobe (muna). La sala transversal se dispone en paralelo a la fachada y, debido a razones de seguridad, solo se ha excavado su lado derecho. Esta sala mide aproximadamente 1,67 m de ancho, 2.80 m de longitud y de 2.30 m de alto. Las paredes originales de la sala transversal presentaban una decoración polícroma degradada, pero en su posterior reutilización las paredes fueron cubiertas con adobe (muna). Este lado de la sala transversal ha sido objeto de varias fases de uso y reutilización: la apertura de una cámara anexa en la pared izquierda y que posteriormente fue sellada con adobe; se bajó de nivel del suelo y se excavó una escalera para acceder a otra tumba excavada en un nivel inferior de la colina.

Los materiales encontrados en la sala transversal se han datado en el Reino Nuevo, Reino Tardío y del Período Ptolemaico. Los hallazgos más destacados son: (a) el capitel de arenisca de una columna con una inscripción copta y (b) un grupo de cinco momias, dos de las cuales habían sido envueltas en sudarios decorados con una figura frontal de Osiris y datadas en el siglo I d.C.

Los dos sudarios decorados miden 157 x 75 cm y el otro sudario 127 x 75 cm. En ambos, la figura de Osiris aparece flanqueada por la representación del sol y de la luna, aunque uno también incluye la representación de estrellas en su fondo. Uno de los sudarios conserva el característico color verde original del rostro del dios Osiris y el final de su inscripción central vertical: “[…]aru, justificado. Que tu ba viva para siempre”. El equipo de restauradores ha limpiado y alisado los sudarios, así como cuidadosamente envuelto y almacenado en contenedores especiales.

Las momias envueltas en los sudarios pertenecían a dos individuos femeninos. Uno de ellos se trataba de una mujer de unos 1,45 m de altura, que murió cuando tenía entre 25 y 35 años de edad, mientras que el otro individuo solo alcanzó 1,17 metros de altura y tenía entre 9 y 12 años.

Junto al patio de la probable tumba de Tutuya (?), se han excavado dos patios de otras dos tumbas más. Estas últimas se localizan en un nivel inferior y el techo de la parte interior de una ellas conecta con el suelo de la sala transversal de la tumba descrita anteriormente.

Las dos tumbas excavadas en la roca, que datan probablemente de principios de la dinastía XII, ca. 2000 a. C., comparten la misma fachada y sus pasillos centrales avanzan en paralelo hacia el oeste. La tumba situada más al noreste fue saqueada en época moderna a través de un agujero que conectaba el interior de la tumba con el salón de una casa en la población de Dra Abu el- Naga, hasta su abandono y demolición en diciembre del año 2006. De todos modos, se logró recuperar material interesante y destacable. Parte de este material encontrado se puede asociar directamente con su propietario original y por otro lado también destaca el hallazgo una muñeca de madera (“paddle doll”) con la representación de una jirafa en su parte caudal o posterior. La tumba fue reutilizada en las dinastías XXI, XXII y XXIII. Además, también se encontraron numerosos fragmentos de shaptis del mismo período, una gran cantidad de lino y cinco estolas de cuero que muestran al rey Osorkon III haciendo una ofrenda al dios Min, a Ra-Horakhty and y a la diosa Amunet.

Debido al tamaño y el diseño de la tumba excavada en la roca, se puede inferir que perteneció a un oficial con un alto cargo o a un mimbro de la familia real de principios de la dinastía XII. El pasillo central mide 3 m de altura y 1,90 m de ancho. Su parte interna está repleta de escombros que llegan hasta el techo. La entrada y la primera parte del pasillo fueron excavados, igual que la cámara lateral que desemboca en la pared derecha. La pared este de la cámara lateral conecta con un pequeño pasadizo que lleva a la cámara funeraria. Estaba repleta de escombros y contenía una gran cantidad de restos humanos desmembrados y de lino.

Uno de los objetivos principales de esta campaña ha sido la excavación del patio abierto compartido entre las dos tumbas pertenecientes a la dinastía XII. Han sido registrados diferentes niveles de uso que abarcan desde la dinastía XII a la XXVI. Se puede destacar un depósito de cerámica que data de finales de la dinastía XVII y comienzos de XVIII, así como un gran número de vasijas de cerámica datadas en las dinastías XII y XIII.

Se descubrió una pequeña capilla de adobe, con una dimensiones de 46 x 70 x 55 cm, asociada a la fachada entre las entradas de dos tumbas excavadas en la roca del Reino Medio. Dentro de ella se encontraron in situ tres estelas de la dinastías XIII-XVII, ca 1700 a. C:

(1) Estela de piedra caliza, 33,70 x 22,20 x 3,50, que se situaba en la pared derecha de la capilla de adobe. Su estado de conservación no es muy bueno debido a que se ha desvanecido el color y parte del texto debido a la humedad. La parte superior de la estela está rota, pero se ha podido restaurar parcialmente. El nombre de su propietario, Renef-seneb, se ha conservado en el texto y también se menciona a los dioses Anubis y Ptah-Osiris.

(2) Estela de piedra caliza, 33,70 x 22,20 x 3,50, que se apoyaba en la pared izquierda de la capilla de adobe y que está parcialmente inacabada. Su estado de conservación es bueno, aunque se hayan difuminado ligeramente el relieve y la pintura. Su inscripción se ha conservado: “Una ofrenda que da el rey a Montu, Ptah, Sokar y Osiris, señor de Abydos, para que den una ofrenda invocada de pan y cerveza, bueyes y aves, aceites y ungüentos, para el ka del ciudadano Khememit, justificado, nacido de la Señora de la Casa Idenu, justificada”.

(3) Estela rectangular de piedra caliza, 47 x 28 x 4 cm, que se encontraba depositada en la pared frontal de la capilla de adobe. Esta estela presenta trazos de pintura, como la representación de las vasijas bajo la mesa de ofrendas del difunto, pero el resto de la escena se ha perdido.

Junto a las tres estelas, también se encontró en la capilla de adobe un collar de fayenza en buen estado de conservación.

Hay que destacar el hecho de que en el área tebana no hay muchos ejemplos de estelas que hayan aparecido en su contexto arqueológico original. En consecuencia, se trata de una información muy valiosa que nos permitirá estudiar con mayor profundad las creencias religiosas y rituales realizados en la necrópolis tebana, especialmente en Dra Aba el-Naga, durante el Reino Medio.

Otro elemento extraordinario que ha sido excavado en esta campaña es la estructura de adobe, localizada en el patio abierto compartido entre las dos tumbas del Reino Medio, y que ha sido identificada como un jardín funerario (UE 1080). La estructura, 3 x 2.25 m y 0.40 m de altura, ha sido datada a principios de la dinastía XII gracias a las vasijas de cerámica conservadas encima y en los alrededores del propio jardín. No hay que olvidar el hecho de que el jardín funerario se encuentra frente a la tumba excavada en la roca de la dinastía XII y ya descrita anteriormente.

La estructura está delimitada por muretes de adobe revocados con mortero. La cuadrícula interior está compuesta por 23 cuadrados de 30 x 30 cm y por espacios adicionales que muestran diferentes formas: dos rectángulos (40 x 30 cm y 20 x 65 cm); un área mayor (108 x 67 cm); dos espacios cuadrangulares con bordes redondeados, situados en el centro del jardín y a mayor altura (0.35 and 0.32 m).

Como se ha mencionado anteriormente, el jardín está directamente relacionado con la tumba excavada en la roca, así como con los cultos funerarios que tuvieron lugar después. Merece la pena destacar que hay muy pocos ejemplos conocidos y estudiados de este tipo de jardín funerario-ritual. Se puede encontrar un paralelo en la necrópolis tebana, frente a la tumba de Djar (TT 366), excavado en 1929/1930, pero que fue ni bien documentado ni ha sido debidamente publicado.

Sin embargo, este tipo de pequeños jardines rituales-funerarios sí que están bien registrados en la iconografía, específicamente en escenas decorativas de tumbas. Este es el caso, por ejemplo, de la tumba de Reneni, ca. 1500 a. C., en Elkab. En este ejemplo, se puede apreciar cómo frente a la representación de Anubis y de Osiris hay un pequeño jardín construido como una cuadrícula, exactamente igual que el nuestro de Dra Aba el-Naga. Asimismo, este singular jardín también se puede encontrar representado delante de un pequeño santuario en la tumba de Rekhmira, ca. 1450 a. C. en Sheikh Abd el-Qurna.

Hay una pequeña escalera compuesta por tres escalones en un lado de nuestro jardín, ideada para facilitar el acceso para regar las plantas situadas en el centro de la estructura. Este elemento se registra igualmente en la mastaba de Mereruka, ca. 2200 a. C., en Saqqara, que muestra a un grupo de aguadores regando el jardín, y en las tumbas de la dinastía XII de Amenemhat y Khnumhotep, en Beni Hasan.

En la esquina este del jardín hay un árbol, cuyo tronco se ha podido conservar con una altura de 40 cm y 4,80 cm de diámetro. Se ha identificado como un tamarisco y mediante el conteo de sus anillos anuales se ha podido concluir que vivió más de veinte años.

El interior de cada uno de los cuadrados que forman el jardín contiene sedimento fértil y oscuro. Dentro de este sedimento se han encontrado numerosas semillas de diferentes especies de plantas y se han identificado restos de flores. Los restos vegetales han sido recogidos en un cuidadoso proceso para poder conservarlos para cercanos y futuros análisis.

Entre el jardín y las paredes que lo rodean se han hallado un gran número de piezas de cerámica completas y fragmentos de ellas, que se han datado en las dinastía XII. De este conjunto destacan un vaso-hes y dos fuentes tipo kernos. Además, también se ha recuperado una maza de madera en un excelente estado de conservación.

No debemos olvidar que nos estamos enfrentando a un conjunto de datos únicos, ya que es la primera vez que un jardín ritual se excava y se registra de forma científica y exhaustiva. Aunque hay evidencias de otros jardines descubiertos en Nubia, cerca de la fortaleza de Mirgissa (excavado por J. Vercoutter), y en la ciudad egipcia de Amarna (excavado por B. Kemp), ambos aparecieron en un contexto doméstico y no en un contexto funerario. Aquí reside la importancia de este jardín y su futura contribución al estudio de los rituales y las creencias religiosas en Dra Abu el-Naga durante el Reino Medio.

Por consiguiente, todos estos descubrimientos (nueva tumba de la dinastía XII y sus patios, el jardín ritual, los depósitos de cerámica, etc.) revelan la importancia del área central de Dra Abu el-Naga como un lugar sagrado para la realización de una gran variedad de actividades de culto durante el Reino Medio.

POR ENCIMA DE LA TUMBA-CAPILLA DE DJEHUTY (TT 11)

La tumba-capilla que se talló justo por encima de la de Djehuty, tiene el suelo roto en su parte más interna, comunicando con la cámara más interna de la tumba-capilla de Djehuty. Es por este agujero por donde caían parte de los escombros que llenaban hasta arriba la capilla de Djehuty. La tumba fue excavada el año pasado, así como un pequeño pozo funerario que se abre en una sala lateral. En la presente campaña, llevamos a cabo una prospección de las dos cámaras sepulcrales que se abren al fondo del pozo. En la superficie pueden observarse gran cantidad de huesos de ave y docenas de pequeños paquetes de lino, conteniendo momias de animales de pequeño tamaño. Como algunas de ellas se encontraban parcialmente rotas, pudo comprobarse que contenían o bien pequeñas serpientes, o bien musarañas (véase más abajo). Estas momias están relacionadas con las depositadas en otras tumbas cercanas, principalmente con las halladas al fondo de los pozos y en las galerías subterráneas de la tumba-capilla de Hery y la vecina -399- (ver plano), datadas en el siglo II a. C. Las momias serán radiografiadas y estudiadas en la próxima campaña.

INTERIOR DE LA TUMBA-CAPILLA DE HERY (TT 12)

Mientras la restauración de los relieves que decoran las paredes del pasillo de la tumba-capilla de Hery estaban siendo restaurados, retomamos la excavación de una sala lateral que se abre entre el final de la pared derecha del pasillo y la cámara más interna. En la sala, los saqueadores de tumbas habían amontonado varias momias humanas, incluso podría decirse que jugaron con ellas, pues algunas se encontraban en posturas intencionadamente llamativas. Una vez excavada la sala hasta alcanzar la roca del suelo, pudimos constatar que conectaba con una tumba-capilla tallada en la roca cuyo pasillo discurría en paralelo al de Hery, a pocos metros más al norte. También encontramos aquí alguna momia de ave, amuletos, cerámica, datados en el siglo II a. C.

CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN

La sala transversal de la tumba-capilla de Djehuty (TT 11) ha sido restaurada a lo largo de esta campaña, centrándonos principalmente en el lado izquierdo de la estancia.

El tratamiento se ha centrado principalmente en la consolidación y limpieza de la superficie de roca y en la estructura interna de las paredes. Se ha conseguido llevar a cabo la consolidación estructural de la roca y la adhesión de fragmentos sueltos mediante la aplicación de resinas acrílicas y la inyección de morteros. En cambio, para sellar fisuras y grietas se han utilizado morteros de cal. Los trabajos de limpieza han consistido en la eliminación de tierra y de depósitos de barro carbonatado mediante el uso de medios mecánicos y, eventualmente, mediante la aplicación de técnicas de ultrasonido.

Los trabajos de restauración realizados en las paredes de la tumba-capilla de Hery (TT 12) se componen de varios pasos. (1) Reforzamiento estructural de la roca. Debido al estado de conservación de la pared derecha y al alto número de fracturas de diaclasas (con grietas de 2 cm de ancho), era necesario realizar tareas de anclaje con espigas de acero de 1 cm de diámetro, introduciéndolos en la pared a 60 cm de profundidad. Los agujeros se rellenaron con epoxy de montaje.

(2) Consolidación general. Como consecuencia a la vulnerabilidad de la parte inferior de las paredes, se consolidó con una mezcla de resina acrílica y agua. La mezcla se aplicó mediante su inyección y pulverización con spray. También se llevó a cabo la inyección de resina epoxy líquida a través de las grietas de las diaclasas, así como la consolidación (por medio de brochas e inyecciones) de los morteros que estaban desmoronados y laminados.

(3) Reintegración de los fragmentos. Una vez que los fragmentos de los dibujos epigráficos se localizan en las cajas donde se habían almacenado todos los bloques de la tumba de Hery, son colocados en su posición original. A continuación, se nivelan y colocan provisionalmente mediante espigas de acero o se colocan directamente en la roca con pegamento. Cuando se confirma la colocación definitiva de los fragmentos, se sellan las áreas circundantes con mortero de cal hidráulica y arena (1:3), por último son rellenadas a un nivel de 1 cm bajo el plano vertical de la pared. La última capa se añadirá el próximo año (2018) y consistirá en la reintegración del mortero, pero ya con un tono parecido al de la roca.

TRABAJOS ARQUITECTÓNICOS O DE PROTECCIÓN EN LA TUMBA-CAPILLA DE DJEHUTY (TT 11)

La fachada de la tumba-capilla de Djehuty (TT 11) y parte de la pared izquierda del patio, la cual posee inscripciones y relieves decorativos, estaban protegidos por una estructura construida en 1909 por el Servicio de Antigüedades. Se elevó una pared realizada con piedras y cemento, aparte de un techo que fue construido con tablas y vigas de madera, que posteriormente se cubrieron con una capa de cemento. La antigua estructura fue reforzada por la Misión española en el año 2002, renovando el techo y la puerta de hierro.

Durante esta última campaña del año 2017, una nueva estructura, diseñada específicamente para la protección de los relieves y sin apoyarse en ellos, ha reemplazado a la estructura anterior. Cuando se demolió la cubierta protectora antigua se puedo apreciar cómo era la fachada de la tumba-capilla de Djehuty en el momento de su construcción en el ca. 1470 a.C.

La nueva estructura protectora se ha construido a medio metro de distancia de la fachada y es más alta que su predecesora para proteger las inscripciones de forma que la estructura no se apoye en ellas directamente. Se han colocado paneles de policarbonato entre la cubierta protectora y la fachada y las paredes del patio para permitir que pueda entrar la luz del sol. Estos paneles cumplen la función de lucernarios o claraboyas y han conseguido devolver a la fachada de la tumba-capilla la sensación de que se trata de un espacio abierto. De este modo, los relieves de la fachada se iluminan con luz natural a través de los paneles de policarbonato.

Además, se ha instalado una nueva puerta de hierro en la entrada de la nueva estructura protectora y se ha planificado instalar un panel solar en la nueva cubierta para iluminar el interior de la tumba-capilla de Djehuty.

EPIGRAFÍA

Las tareas epigráficas realizadas durante la última campaña se han centrado en el estudio y reconstrucción de la decoración e inscripciones de objetos fragmentados que se han encontrado en la excavación durante los últimos años. Ha progresado en gran medida la unión de los fragmentos decorados con hechizos del Libro de la Salida al Día y procedentes del techo derruido de la capilla funeraria de la tumba-capilla de Djehuty (TT 11).

También se han identificado composiciones funerarias de este tipo en los sudarios de principios de la dinastía XVII y de XVIII, así como en papiros del Tercer Período Intermedio, todos ellos descubiertos en campañas anteriores y en el denominado “Sector 10”. Estos objetos con inscripciones se encontraron rasgados o fragmentados, por lo que las tareas epigráficas han supuesto su restauración. Finalmente, se reconstruido un conjunto de seis cartonajes encontrados en el 2026 y en el pozo de la capilla funeraria SE 165. Se han datado en la dinastía XII y pertenecían a miembros, o a familiares de miembros, del sacerdocio de Amun y presentan una decoración colorida con motivos funerarios.

EQUIPO CAMPAÑA 2017

Director: Dr. José M. Galán

Director General de Antigüedades del Alto Egipto: Dr. Mohamed Abdel-Aziz

Director General de Antigüedades de Luxor: Mustafa Wasiri

Director General de Antigüedades del West Bank: Taalat Abdel-Azziz

Gerente en el West Bank, Qurna: Baha Abdi Yaber

Inspector: Montaser Abdel Magid

Rais: Ali Farouk el-Qiftauy

Miembros del equipo:

Dr. José M. Serrano (Egiptólogo, arqueólogo)

Dra. Salima Ikram (Egiptóloga, estudio de momias)

Dra. Lucía Díaz Iglesias (Egiptóloga, epigrafista)

Dr. Francisco Borrego (Egiptólogo, arqueólogo)

Dr. Francisco Bosch (Egiptólogo, arqueólogo)

Dr. María Ángeles Jiménez (Egiptóloga; arqueóloga)

Dr. Zulema Barahona (Egiptóloga, ceramóloga)

Sergio Sánchez Moral (Geólogo)

Soledad Cuezva (Geólogo)

Christina Di Cerbo (Egiptóloga; epigrafista; Demótico)

Gudelia García (Egiptóloga; arqueóloga)

David García (Egiptólogo; arqueólogo)

Jesus Herrerín (Antropólogo físico)

Pía Rodriguez (Conservadora & restauradora)

Asunción Rivera (Conservadora & restauradora)

Miguel Ángel Navarro (Conservador & restaurador)

Carlos Cabrera (Arquitecto)

Juan Ivars (Arquitecto)

Ignacio Forcadell (Arquitecto)

José Latova (Fotógrafo)