En el transcurso de la cuarta campaña del proyecto Djehuty en Dra Abu el-Naga, realizada en 2005, durante la excavación de un espacio que se sitúa frente a la tumba de Hery (TT12) se documentó en un mismo contexto arqueológico (Sector 13G UE 20B; fig. 1) un conjunto de recipientes cerámicos fragmentarios cuyas materias primas, características técnicas y decorativas permiten establecer una cronología comprendida entre los inicios de la dinastía XVIII, contando para algún fragmento con precedentes en el Segundo Período Intermedio, y los reinados de Amenhotep II/Thutmose IV.
El conjunto de vasijas fragmentarias analizadas ha sido denominado por el sector (13G) en el que dicho conjunto fue localizado y su unidad estratigráfica (UE 20B). Dicha unidad presentaba planta irregular y quedaba situada al este del murete oriental que delimitaba la unidad estratigráfica 24, entre los restos de dicha estructura que creemos contemporánea a la intervención del Servicio de Antigüedades para cerrar la Tumba de Hery y protegerla de la acción de los ladrones y la delimitación del espacio correspondiente a la parte anterior de la tumba de Baki (figs. 2).
Descripción del conjunto de recipientes cerámicos 13G 20B
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 01
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 3).
Morfología: cuenco fragmentario de 16 cm. de diámetro. La base está perdida: la altura máxima conservada es de 3,6 cm.
Materia prima: la arcilla corresponde al tipo Marl A4 del Sistema de Viena.
Acabado: alisado cuidado en ambas superficies, interna y externa. En su parte exterior presenta una decoración pintada de bandas horizontales sobre un engobe denso de tonalidad blanquecina. Las bandas, de grosor irregular, presentan de arriba hacia abajo los colores negro, anaranjado suave (¿rojo en origen?) y negro, y dejan entre ellas espacios de tonalidad blanquecina que corresponden al color del engobe que cubre la superficie externa del recipiente. No conocemos paralelos exactos para este cuenco.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 02
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 4).
Morfología: el fragmento corresponde a la parte superior de un cuenco de boca ancha, con diámetro similar al máximo galbo (en este ejemplar 15 cm.). El borde es de tendencia vertical ligeramente cóncavo hacia fuera y convexo al interior, con labio redondeado. La parte superior del labio presenta una decoración dentada, de tramos irregulares de aspecto serrado. Este tipo de acabados en los bordes/labios no es raro en recipientes del Segundo Periodo Intermedio.
El tipo morfológico –cuenco- al que corresponde la pieza aquí estudiada está bien representado en el horizonte del Reino Medio-Segundo Periodo Intermedio, con paralelos interesantes en Heracleópolis Magna y en conjuntos de ofrendas documentados en otras necrópolis del Alto y Medio Egipto.
Materia prima: arcilla aluvial del tipo Nile B2 del Sistema de Viena. La base de un cuenco realizado en la misma materia prima, que presenta restos de pigmento amarillo en su interior y fragmentos de estuco blanco adherido a la base, fue hallada en el mismo conjunto (fig. 5); no podemos asegurar que la base corresponda al cuenco descrito en este epígrafe, aunque ambos forman parte del conjunto aquí analizado y presentan grandes similitudes en el acabado y en la materia prima en la que están realizados.
Acabado: superficie alisada y borde dentado irregular.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 04
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 5).
Morfología: el fragmento corresponde a la base plana de un cuenco o plato, de 4,4 cm. de diámetro. La altura máxima conservada es de 1,7 cm. esta base podría ponerse en relación con el cuenco mostrado en la figura 3, b, aunque no podemos aseverar, a pesar de sus similitudes, que se trate de fragmentos de una misma pieza.
Materia prima: arcilla aluvial depurada, correspondiente al tipo Nile B2. Conserva restos de pigmento de color amarillo en su interior y grumos de estuco blanco adheridos a la superficie exterior de la parte plana de la base.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 03
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 6).
Morfología: es un cuenco de 15,7 cm. de diámetro, de base probablemente plana, hoy perdida; conserva 2,9 cm. de altura máxima.
Materia prima: Nile B2
Acabado: las superficies externa e interna aparecen alisadas con cuidado y cubiertas por un engobe denso de color rojo que se conserva en tonalidad más intensa en el interior del recipiente. El borde interior se decora con una línea negra pintada en todo su perímetro, de unos 0,3 cm. de grosor.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 05
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 7).
Morfología: el fragmento conservado corresponde al cuello y borde de un vaso alargado con cuerpo en forma de gota. Este tipo de recipiente es bien conocido desde el Segundo Periodo Intermedio, existiendo ejemplares de dicha cronología que presentan el borde decorado por una línea delgada pintada en color negro como nuestro ejemplar. El diámetro del borde es de 6 cm. y la altura máxima conservada de 4 cm.
Materia prima: Nile B2.
Acabado: la superficie externa aparece alisada y cubierta por un engobe denso de color rojo excepto en el labio, cubierto por una línea negra que conserva un color intenso.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 06
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 8).
Morfología: el fragmento conservado corresponde al borde y cuello de una jarra, ligeramente exvasado, con marcada moldura en el labio. Diámetro aproximado de la boca: 13 cm.; altura máxima conservada: 7,5 cm. Se trata de un tipo de vasija de tamaño mediano-grande que alcanzaría unos 35 cm. de longitud máxima, probablemente desprovista de asas y con base inestable.
Materia prima: arcilla aluvial depurada, correspondiente al tipo Nile B2.
Acabado: la superficie exterior está cubierta de un engobe denso de color rojo y decorada con líneas horizontales pintadas en negro, una de ellas situada en la parte exterior del labio, coincidiendo con el borde, y dos más en la parte inferior del fragmento conservado, donde el cuello de la vasija comienza a ensancharse para dar lugar al desarrollo del cuerpo del recipiente, hoy perdido. Recipientes similares se han documentado en Dra Abu el-Naga, en las investigaciones realizadas por el equipo de D. Polz.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 07
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 9).
Morfología: el fragmento conservado corresponde al borde, cuello y parte alta del cuerpo de una jarra pequeña de tendencia globular y base estable, cuello ligeramente exvasado y borde plano, con 10 cm. de diámetro externo y 7,4 de diámetro interno; un tipo de vasija bien documentado en el Alto Egipto y en Nubia desde finales del Segundo Periodo Intermedio y en la primera mitad de la dinastía XVIII.
Materia prima: Nile B2.
Acabado: alisado exterior cuidado. Engobe denso que cubre la superficie externa, decorada con líneas horizontales que de arriba hacia abajo presentan los colores negro, blanco (correspondiente al engobe que cubre la superficie externa) y rojo. La superficie exterior del borde plano está decorada con trazos rectos espaciados que alternan los colores gris oscuro (probablemente negro en origen) y rojo.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 08
Objeto: recipiente fragmentario (fig. 10).
Morfología: es una pequeña vasija de la que conservamos parte del borde, el cuello ondulado, y parte del cuerpo, de tendencia ovoide. Pudo tener una base inestable. Corresponde a un tipo de recipientes pequeños o medianos utilizados como contenedores de productos preciados, posiblemente relacionados con el cuidado y la ornamentación personal.
Materia prima: Marl A3.
Acabado: alisado burdo, poco cuidado. En el cuerpo del recipiente se distingue una suave línea rehundida que indica el punto de unión entre las dos partes que conforman la vasija.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 09
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 11).
Morfología: cuello y borde de una vasija de características similares a la comentada en el epígrafe anterior (fig. 10).
Materia prima: Nile B1.
Acabado: superficie exterior alisada, engobe anaranjado. El labio presenta una moldura bastante destacada y bien modelada que facilitaría el precintado del recipiente.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 10
Objeto: recipiente cerámico fragmentario (fig. 12).
Morfología: cuello desprovisto de borde de una vasija de características similares a la presentada en la figura 4,d.
Materia prima: Nile B1.
Acabado: alisado exterior; engobado exterior en tono anaranjado claro.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 11
Objeto: fragmento de recipiente (fig. 13).
Morfología: cuello alto de jarra, ligeramente exvasado, sin molduras al exterior o al interior. Diámetro de boca: 10 cm.; altura máxima conservada: 9 cm. Corresponde a una jarra mediana-grande que alcanzaría unos 35 cm. de longitud máxima, probablemente desprovista de asas y con base inestable.
Materia prima: Marl E
Acabado: superficie alisada cubierta con un engobe blanquecino-verdoso perdido en algunas zonas. Decoración pintada sobre el engobe en bandas horizontales hoy de color gris oscuro pero que originalmente debieron ser negras. Las líneas se disponen en la parte superior del cuello donde aparecen dos de anchura muy similar.
Características que presenta el fragmento aquí comentado, como el cuello levemente acampanado, su materia prima y la decoración en bandas paralelas pintadas en negro, son propias de vasijas atestiguadas durante el Segundo Periodo Intermedio que permanece en uso durante los primeros reinados de la XVIII dinastía.
Identificación arqueológica: 13G.20B 09/2/05 12
Objeto: fragmento de recipiente (fig. 14).
Morfología: cuello alto de jarra, exvasado, con moldura al exterior en el labio. Diámetro de boca: 16 cm.; altura máxima conservada: 9,5 cm. Corresponde a una jarra mediana-grande que alcanzaría unos 45 cm. de longitud máxima, probablemente desprovista de asas y con base inestable.
Materia prima: Marl A4.
Acabado: alisado cuidado. Engobe blanco denso en la superficie exterior. Decoración de finas bandas horizontales, perfectamente definidas, pintadas sobre el engobe en la parte media-alta del cuello. Los colores aplicados, en la sucesión de las líneas de arriba hacia abajo son: negro, azul, blanco (correspondiente al engobe aplicado sobre la superficie externa del recipiente), rojo, blanco, azul y negro. Sorprende en esta fragmentaria vasija, de gran calidad, las líneas pintadas en color azul.
Estudio del conjunto de recipientes cerámicos 13G 20B
En el tiempo que transcurre durante los reinados mencionados, unos cuarenta años, la alfarería egipcia ofrece una interesante serie de innovaciones en sus piezas de mayor calidad, realizadas en casi todos los casos en arcillas margosas de los tipos A2 y A4 (y sus variantes) del Sistema de Viena. Entre otras novedades resulta muy interesante la introducción de un nuevo color, el azul, que se incorpora en ocasiones a los diseños lineales propios del “brown-and-red painted’ style”, estilo decorativo originario del Alto Egipto. La gama cromática utilizada hasta esas fechas quedaba limitada al marrón, en ocasiones negro, y al rojo, tonalidades de las que el “brown-and-red painted’ style” toma su denominación. Las decoraciones son lineales, con bandas estrechas habitualmente horizontales, en ocasiones también verticales, situadas en las zonas estructurales de los recipientes (cuello, hombros, diámetro máximo, etc.), pintadas en negro y rojo en la superficie exterior de las vasijas sobre el color blanquecino-rosado propio de sus arcillas margosas, intensificado por la incorporación de un denso engobe en la misma tonalidad rosada.
Este estilo decorativo que se documenta desde finales del Segundo Período Intermedio y en los primeros reinados de la dinastía XVIII, en sus inicios coincide con otras producciones cerámicas realizadas también en arcillas margosas, en este caso del tipo E, con un característico tono verdoso que queda matizado por la aplicación de un engobe de la misma tonalidad sobre el que se trazan, antes de la cocción, líneas paralelas en color negro. A estas características responde uno de los fragmentos hallados en el conjunto que aquí estudiamos (fig. 13).
Desde momentos tempranos de la aparición del estilo decorativo “brown-and-red painted’ style” los diseños comienzan a incluir otros motivos de tipo geométrico como triángulos alineados rellenos de coloreados, pequeños círculos de color (habitualmente en marrón o negro) unidos por finos trazos, detalles ornamentales de carácter simbólico realizados en decoración plástica, e incluso esbozos lineales a partir de los cuales se evocan imágenes de carácter sagrado (Hathor o Isis).
C. Hope ha sugerido para la incorporación del color azul en los esquemas decorativos del “brown-and-red painted’ style” una fecha que puede situarse en los reinados de Amenhotep II y Thutmose IV. A dicho momento corresponden, además de dicha innovación cromática, nuevos diseños pictóricos que junto a la decoración geométrica, incluyen sobre la parte más ancha del cuerpo de las vasijas imágenes figuradas enmarcadas por líneas horizontales pintadas en rojo y negro, o en rojo, negro y azul. Las representaciones figuradas suelen ser de animales, a menudo en movimiento: aves que caminan (Cairo SR 12071), pescan (Idem.) o vuelan (Cairo SR 12072; 12073); caballos al trote (Cairo SR 12077; Agyptisches Museum Berlín 14412); toros a la carrera (Cairo SR 12076) o coceando (Princeton University 52.87) entre otros, o en composiciones más pausadas como la representación de un ibex echado (UC 8703) u otros motivos de la naturaleza o extraídos del repertorio de signos de la escritura jeroglífica utilizados a modo de emblemas de carácter simbólico que aluden a la vida o la eternidad. Todo parece indicar que la incorporación de estos diseños decorativos más elaborados al “brown-and-red painted’ style” se produjo antes de la conformación del “blue-painted’ style”, bien atestiguado ya en el reinado de Amenhotep III y aplicado fundamentalmente a recipientes elaborados con arcillas aluviales.
Los diseños decorativos más elaborados del “brown-and-red painted’ style” fueron aplicados mayoritariamente a recipientes modelados con arcillas margosas, si bien se conoce algún fragmento en arcilla aluvial con detalles de este tipo de decoración (Nile B; Fitzwilliam Museum, Cambridge; E.GA. 5997.1943), que corresponde sin duda a la imitación de una vasija margosa realizada a partir de una materia prima básica: arcilla aluvial obtenida de los barros del Nilo.
Contemporáneamente al surgimiento y desarrollo del “brown-and-red painted’ style” en arcillas margosas y de las imitaciones del mismo realizadas en arcillas aluviales, otros recipientes modelados a partir de barros del Nilo que presentan acabados cuidados se decoraron ocasionalmente con líneas negras aplicados sobre densos engobes rojizos. En el conjunto de cerámicas que aquí presentamos contamos con tres fragmentos que muestran ese estilo decorativo (figs. 6, 7 y 8). Presentan interesantes similitudes con otros recipientes fragmentarios documentados en Dra Abu el-Naga, en las investigaciones del Instituto Alemán de El Cairo dirigidas por Daniel Polz.
En la pintura vascular de las cerámicas egipcias el color azul se considera propio del estilo decorativo denominado “blue-painted’ style”, bien atestiguado a partir de un momento relativamente avanzado de la dinastía XVIII que suele situarse en el reinado de Amenhotep III. Dicho estilo suele presentar un característico tono azul cobalto como predominante en el conjunto de la decoración de los recipientes, ofreciendo una serie de motivos florales casi siempre esquematizados y muchas veces reducidos a diseños geométricos que imitan o recuerdan guirnaldas de flores. Se aplica mayoritariamente a recipientes realizados en arcillas aluviales, a diferencia de lo que ocurre con el llamado “brown-and-red-painted’style” propio de vasijas modeladas en arcillas margosas.
Es en los momentos previos al desarrollo pleno del “blue-painted’ style” cuando el color azul aparece en algunos ejemplares del llamado “brown-and-red-painted’style”. Un ejemplar con decoración lineal que presenta la sucesión cromática rojo, negro y azul sobre fondo de engobe claro, se conserva en el Petrie Museum (Londres, UC 24666). Constituye un interesante paralelo para nuestro fragmentario recipiente: ambos presentan morfología, dimensiones, acabado y decoración del cuello muy similares. Otras vasijas de morfología muy similar pero de menores dimensiones, decoradas con líneas horizontales azules, rojas y negras se conservan en el Museo Británico (Londres, EA 4941) y en el Museo de Brooklyn (Nueva York, 07.447.447). Estos recipientes de decoración lineal que incluyen bandas azules corresponden, sin duda, a los primeros pasos dados por los antiguos alfareros del Nilo en la incorporación en la pintura vascular de un nuevo color, el azul.
Nuestra fragmentaria vasija, cuyos restos se limitan a su cuello y su borde, no nos permite conocer si nuestro ejemplar incluía imágenes figuradas o quedaba limitado a la decoración geométrica que ornamenta su cuello. En cualquier caso, las características técnicas y decorativas permiten adscribirlo al periodo cronológico señalado por Hope, es decir, en el periodo de los reinados de Amenhotep II y Thutmose IV, si bien el contexto en el que aparece podría sugerir una fecha algo más temprana.
Por un lado, la presencia de este documento más moderno dentro del conjunto estudiado, puede ser una prueba de la actividad cultural desarrollada –de forma ininterrumpida o espaciada en el tiempo- en torno a la tumba de Hery a lo largo de casi quinientos años, los que median desde la construcción de la tumba, que creemos poder situar en los albores de la dinastía XVIII, y los reinados de Amenhotep II/Thutmose IV.
También puede considerarse la posibilidad de que este documento más reciente (fig. 14) hubiera llegado a las inmediaciones de la tumba de Hery como consecuencia de la actividad en otras zonas de la necrópolis, algunas muy próximas, en momentos posteriores a la construcción y uso original de la tumba de Hery, e incluso que el fragmento hubiera alcanzado los aledaños de la TT 12 como material rodado desde zonas más altas de la colina de Dra Abu el-Naga, donde existen otras tumbas que pueden adscribirse al reinado de Amenhotep II.
Incluso podría contemplarse otra opción: quizá no exista tanta diferencia cronológica en el lote de materiales examinados. Podríamos considerar que el fragmento que ofrece fechas más tardías dentro de todo el conjunto, por su decoración pintada en azul (fig. 14), pudiera llevarse a una fecha anterior a los reinados de Amenhotep II o Thutmose IV, a momentos algo más tempranos de la dinastía XVIII en los que se puede situar sin problemas el resto de los materiales estudiados (figs. 3-13).
Por el momento cualquiera de las tres hipótesis señaladas puede ser planteada pero ninguna de ellas confirmada. No dudamos sin embargo en que a medida que avancemos en el estudio de los materiales que nos ofrece el yacimiento de Dra Abu el-Naga, hallaremos algunas respuestas a las muchas preguntas que hoy nos planteamos.