La excavación de hoy sigue centrada en la zona que supervisan Laura y Ana y que coincide con la zona de delante de la capilla de ofrendas, el recinto delimitado por un pequeño murete de adobe. En el interior supuestamente hallaremos un pozo funerario. Por las piedras de caliza tiradas por la zona y el número de adobes sueltos y de restos humanos desmembrados, todo parece indicar que el pozo de delante de la capilla y cualquier otro de la zona, habrán sido saqueados en época antigua. Aún así, no perdemos la esperanza de encontrar objetos significativos que nos den alguna información sobre el individuo allí enterrado.
Nuestros vecinos del Instituto Arqueológico Alemán encontraron capillas y muretes similares a los nuestros, aunque no tan bien conservados. De hecho, ninguno permanece a la vista. Nosotros podremos aportar algunos de talles constructivos. Un ejemplo de ello es el acceso al interior del recinto, que se abre en un extremo y no en el eje central. El acceso es bastante estrecho, pero es que es más bien simbólico, pues el murete a penas se eleva 40 cms.
Carmen Ruiz, Javier y Pía pasaron la segunda parte de la mañana en el almacén del Servicio de Antigüedades, haciendo fotogrametrías de algunos de los objetos allí guardados. La idea es acabar colgándolos de la página web y hacer un pequeño museo virtual. Aunque los objetos principales ya se los han llevado del almacén para algún museo (sin previo aviso), todavía tenemos piezas interesantes para enseñar. La fotogrametría lleva mucho tiempo y requiere de unas condiciones de luz constantes, pero el resultado merece mucho la pena, o al menos así nos lo parece.