9 febrero 2004

Trabajo de campo

En la excavación del sector delante de la entrada a las tumbas han salido a la luz hoy un importante número de conos funerarios. Entre ellos, varios de Djehuty, con el título de Supervisor del ganado de Amón. Por otro lado, delante de “la tumba de Nebamón”, han salido hoy varios conos de esquina de Ay.

Nadi y Mohamed han terminado casi de limpiar a los lados de la pirámide de Hery, y mañana empezará Carlos Spottorno ha sacar ya fotos de la pirámide. Hoy se ha dedicado a diseñar una foto de familia con María José. Ha montado su chiringuito en el patio de Djehuty y han compuesto una foto artística con las mejores cerámicas que hemos desenterrado hasta el momento. La portada del libro sobre “La cerámica del Proyecto Djehuty” ya está hecha, ahora sólo queda escribirlo.

Luis Priego ha estado limpiando la inscripción del himno a Amón del vestíbulo de Djehuty, y ha descubierto, no sólo que los jeroglíficos estaban coloreados de amarillo, sino que la pared entera estaba pintada de un color ocre amarillento con un veteado blanquecino. El artista parece ser que ha pretendido que la piedra aparentase ser de una calidad superior a una mera caliza.

Hoy ha hecho todavía más calor que ayer. En el exterior, al final de la mañana, el trabajo es realmente duro.

Trabajo de gabinete

En el descanso de media mañana, hemos ido a visitar la tumba de Amenofis III en el llamado “Valle de los monos”, junto al Valle de los Reyes. La tumba está siendo restaurada por un equipo japonés, de la Universidad de Waseda, y dos restauradores italianos contratados por la UNESCO. La tumba es una auténtica maravilla, con las paredes pintadas en azul, como la de Horemheb, y las figuras conservando unos detalles preciosos en los trajes, en las coronas y tocados, en las inscripciones.

A la entrada, Akiko Nishisaka nos informó sobre algunos de los hallazgos que habían realizado en el exterior: un pequeño pozo de fundación y varios ostraca con textos hieráticos. En el interior, Giorgio Capriotti nos explicó cómo habían procedido en la limpieza de las paredes, descubriendo la pintura debajo de una capa de güano de murciélago.

En la tumba de Amenofis III, Luis me ha mostrado cómo, efectivamente, los artistas no aplican un color plano y uniforme, a los fondos y a los elementos decorativos que enmarcan las escenas, sino que buscan darle a éstos una apariencia de piedra valiosa, veteada. Además de servir de apoyo a la observación que una hora antes Luis había hecho en la tumba de Djehuty, la pintura de la tumba de Amenofis III indirectamente refleja que la decoración en relieve era considerada de mayor calidad que la pintura, puesto que la pintura imita al relieve en piedra. Esto hace que la tumba de Djehuty y la de Hery, decoradas ambas en relieve, deban ser consideradas de gran valor.

Vida cotidiana