9 enero 2012

Hoy comenzamos la campaña si cabe con más ilusión que ningún otro año. Las revueltas que se iniciaron en la plaza de Tahrir el 25 de enero del año pasado y que condujeron a la caída de Mubarak, provocaron indirectamente que interrumpiéramos la campaña anterior en su ecuador, justo cuando celebrábamos el décimo aniversario del “Proyecto Djehuty”. Aquello nos dejó a todos con un amargo sabor de boca. Desde entonces, hemos estado siguiendo las noticias de la transición política egipcia con suma atención, poniéndonos algo nerviosos en los momentos conflictivos y cultivando esperanzas en los momentos de calma. Las transiciones son así, difíciles, con altibajos, pues entran en juego intereses y sentimientos muy dispares, percepciones de la realidad y reacciones contrapuestas. Ahora, con las elecciones parlamentarias a punto de concluir, nos embarcamos de nuevo con la intención de retomar el trabajo donde lo dejamos.

En esta 11ª campaña tenemos la suerte de contar con el patrocinio de Unión Fenosa Gas. El convenio entre UFG y el CSIC lo firmamos en noviembre, en presencia de la Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. Esperamos que la colaboración continúe por muchos años.

Entre el equipaje de este año, llevamos unos puntales de aluminio para apuntalar la parte del techo de la cámara sepulcral de Djehuty que presenta algunos bloques con cierto riesgo de caída. EgyptAir, como de costumbre, se ha portado fenomenal con nosotros y nos ha permitido llevar sobrepeso. El tránsito en El Cairo discurrió muy rápido y, a pesar del poco tiempo que teníamos, cogimos el avión y, todavía más sorprendente, llegaron los veinte bultos que llevábamos. En la aduana nos abrieron tres cajas, para cubrir el expediente, más por curiosidad que por otra cosa y a la una de la mañana estábamos ya, por fin, en el Marsam.