La excavación ha continuado hoy en todos sus frentes. El “anexo” de la tumba de Djehuty está preparado para una sesión de fotos. A la “entrada”, en lo que sería el nicho para una estatua de Djehuty, se ven perfectamente los pies. El resto de la estatua y el nicho han desaparecido y ahora se abre una sala, con otras dos “entradas”. Una da a la sala transversal y la otra comunica con otra tumba. Por esta última entrada caían los escombros que llenaban la sala casi hasta el techo. Su excavación no ha sido especialmente excitante. Aquí hemos recuperado algunos fragmentos de relieves de las paredes de Djehuty. Por lo demás, solo hemos hallado gran cantidad de huesos revueltos, la mayoría quemados
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Chemi a la entrada de la capilla de Djehuty
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Una de las 'entradas' al anexo visto desde el vestíbulo de Djehuty
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Planta de los pies de la estatua de Djehuty que fue destruida para abrir un acceso al anexo
La capilla de Djehuty está ya casi excavada completamente. Ahora, en los últimos veinte centímetros sobre el suelo de la sala, se multiplican los pequeños fragmentos que se desprendieron en algún momento de las paredes. Por eso, es importante ir muy despacio y mirar bien piedra a piedra. Aunque, por si acaso, todo los extraído pasa luego por la criba.
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Concentración total en la jaima
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Curro trabaja con los fragmentos de ushebtis de fayenza hallados en el anexo
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Puerta de hierro colocada a la entrada de la tumba de Hery
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Amanecer en el Marsam
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No debe estar mal un vuelo en globo al amanecer
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Cielo sobre la excavación
En la jaima grande, sigue su curso el trabajo con la cerámica, la consolidación de los objetos más delicados y la fotografía de las piezas más interesantes. Por su parte, Curro se ha empleado a fondo en tratar de juntar los fragmentos de ushebtis de fayenza que hemos hallado en el anexo.