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El rais Alí, dirige desde la distancia el movimiento de los trabajadores.
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Marisol y Ana intercambian impresiones del trabajo.
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Caja de cerillas de comienzos del siglo XX hallado en la zona de Ana.
Después de unos días de respiro, la temperatura ha empezado a subir gradualmente. En la jaima de restauración donde trabaja Pía el termómetro ha marcado 42 grados (a la sombra). Allí, ha estado limpiando y ensartando las cuentas de collar que David y Ana hallaron en el pozo, juntando las de esta campaña con las del año pasado. Sólo se mantenían unidas algunas cuentas pequeñas de fayenza, por lo que no sabemos cómo habría sido el collar. Por ello, Pía en lugar de inventárselo, las ha agrupado por materiales y tipología. Además de fayenza, hay cuentas de cornalina, ágata, amatista, granate y otra piedra semi-preciosa de color negro que todavía no hemos identificado.
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María documenta cerámica de años anteriores.
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Khaled recompone una de las vasijas halladas en el patio de una tumba excavada por David hace años.
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Jesús y Miguel en plena sesión de radiografías.
La excavación ya avanza al ritmo habitual, con nueve grupos de excavadores trabajando a la vez. Habiendo descendido medio metro del nivel del suelo moderno, ya han comenzado a salir materiales entre las lascas de caliza y tierra blanquecina, si bien muy fragmentados. Fragmentos pequeños de ataúd, restos humanos y uno de los grupos que supervisa Ana ha hallado una ficha de fayenza del juego de senet.
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Pía engarza las cuentas de collar halladas en el pozo.
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Cuentas halladas en el pozo excavado por David, Ana y Gamal.
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Cuentas de fayenza y caracola parte del collar hallado en el pozo.
José Manuel ha ido abriendo todos los pozos ya excavados y vacíos para ver en cuales se podrían almacenar cajas de cerámica, lino, madera o huesos, pues el exceso de materiales y su almacenamiento sigue siendo uno de los problemas principales de la excavación. La idea también es devolver cada cosa a su sitio, es decir, guardar en cada pozo el material hallado en su interior. Mientras tanto, Salima ha estado revisando los objetos de cuero hallados en campañas anteriores para preparar su publicación junto con André Veldmeijer, el máximo especialista en cuero del antiguo Egipto. En las jaimas grandes, María sigue recomponiendo y estudiando las vasijas de cerámica halladas en el patio de una tumba que incluirá David en su tesis doctoral. A su lado, Jesús y Miguel siguen estudiando restos humanos. Hoy ha sido el cumpleaños de Miguel, quien nos enseña un año más que el tiempo es relativo y que se puede, a veces, luchar contra sus efectos con ilusión, ánimo y espíritu de superación.