7 febrero 2022

Como ocurre todos los años, al final es cuando la excavación va cobrando mayor interés y se va haciendo más emocionante. En la zona que excavan Ana y Laura comienza a salir a la luz el cierre del murete de adobe asociado a la capilla de ofrendas y que debe estar rodeando un pozo funerario que todavía está por salir. La zona es complicada porque se mezclan piedras de caliza de mediano y gran tamaño con adobes sueltos. En realidad, lo que tenemos es el escenario resultante del saqueo de los pozos, con las piedras que los rellenaban apiladas en pequeños túmulos y parte de los adobes de los brocales esparcidos por la zona; todo ello aderezado con partes de momias humanas desmembradas, fragmentos de cerámica, de ataúd… al final del día ha salido la esquina de un pozo, en la que los adobes han sido recrecidos por tres hileras de piedras caliza, una práctica habitual entre los ladrones para contener el terreno alrededor de la boca del pozo.

La zona que supervisa Angie sigue aportando material que se puede relacionar con la construcción de tumbas, en concreto con la tumba de Djehuty: bloques de piedra con mortero, con pigmentos, cerámicas reutilizadas como recipientes por los artesanos, brochas con restos de color azul, etc.

Nacho lleva varios días trabajando intensamente con el herrero para cerrar los accesos desde la tumba de Hery para que, cuando se abra al público, no se pueda pasar desde ésta a las tumbas circundantes, donde almacenamos algunos materiales y el pequeño taller de trabajo de Nacho, con un montón de herramientas y equipos de cierto valor.