Después de la pequeña crisis de ayer, hoy ha sido un día de muchas alegrías, pues por fin vemos posible cumplir el último objetivo que nos quedaba para esta campaña. Carlos llevaba cuatro semanas peleándose con el derrubio de la montaña, tratando de encontrar el extremo superior de la “chimenea” por la que descienden los escombros dentro de la tumba de Hery. Ayer lo veíamos todo muy negro, pues con un poco que se tocara la superficie de la colina en esta parte se producía un pequeño alud de piedras que volvía a cubrir lo poco que habíamos profundizado. Por esa razón, decidimos, a la vez que seguíamos por arriba, atacar los escombros desde dentro de la tumba de Hery. Kamal y Salem comenzaron a trabajar a primera hora de la mañana y al final de la jornada habían conseguido frenar la caída de escombros. Carlos, por su parte, había alcanzado la roca de la colina y los derrubios dejaban de caer. Por fin se veía cerca la solución del problema y parece que vamos a poder dejar la tumba de Hery lista para ser excavada la próxima campaña.
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Vaso canopo hallado junto a la “tumba ramésida”.
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Dios Hapy adopta la forma de babuino para proteger los pulmones del difunto.
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Kamal y Salem comienzan a retirar escombros desde dentro de la tumba de Djehuty.
El éxito de la “operación envolvente” se vio adornado por el hallazgo un vaso canopo “falso”, es decir, macizo, sin hueco para introducir las vísceras. Está tallado en piedra caliza, y la tapa representa la cabeza de un babuino, encarnación del dios Hapy, encargado de velar por la integridad de los pulmones del difunto. Por el estilo, es probable que sea de época Saita, entorno al año 650 a. C.
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Cámara funeraria del pozo que se abre delante de la fachada de Djehuty, a nueve metros de profundidad.
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Ojo-udja, amuleto de protección, tallado en cornalina.
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Fragmento de estatua de Djehuty hallado en el pozo de la fachada.
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Angie con Naser al fondo del pozo de la tumba intermedia.
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Hoy hemos visitado la tumba de Ahmose Humay, de época de Tutmosis III, que permanece sin publicar.
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Joan y Elena revisan por la tarde un plano de ubicación de conjuntos de cerámica.
El último día de la excavación del pozo que se abre junto a la fachada de Djehuty encontramos un pequeño ojo-udja de cornalina, atravesado por un orificio para ser colgado del cuello formando parte de un collar. En la excavación del pozo hemos hallado muchos fragmentos de estatua de Djehuty, conservando gran parte de su policromía original. Y por si no hubiéramos tenido suficiente con los tres pozos de la tumba de Djehuty, Angie y Curro han reabierto el pozo que se abre a la entrada de la –399– para revisar las cajas de huesos y cerámica hallados en el primer año de excavación y que guardamos dentro de las dos cámaras del fondo.