6 febrero 2022

Hoy ha sido un día de esos que te llenan de verdad, de una forma especial. En la zona que excava Laura, uno de sus excavadores, Saidi, ha hallado un ostracon de arcilla con un dibujo hecho en tinta negra. Rápidamente lo relacionamos con el fragmento que hace unos días halló David en una zona próxima. Y, efectivamente, los dos fragmentos de vasija encajaban entre sí, y el dibujo se completaba. En el registro superior ahora teníamos tres parejas de hombres portando grandes bandejas con un flagelo, cetros, achas, arcos, etc. El dibujo trazado en el interior de la vasija se completaba ahora también, viéndose ahora la parte de delante del ataúd y el personaje que va arrastrando con una cuerda el trineo en el que se transporta el ataúd dentro de un catafalco.

La cerámica de la vasija que se utilizó para el dibujo data, según Zulema y María en la dinastía 17 o comienzos de la 18. Pero lo mejor de todo ha ocurrido al final de la jornada, cuando José Miguel se ha acercado a la jaima de restauración de Pía, para echarle un vistazo a los ostraca y ha caído en la cuenta que una escena similar está representada en la pared izquierda del pasillo de Djehuty. Nos hemos acercado a la tumba con una foto en el móvil y, efectivamente, hemos comprobado que el dibujo realizado en la cerámica es, sin lugar a dudas, el boceto previo a la decoración de la esa parte de la tumba de Djehuty que, además, está algo dañada y el boceto ayuda completar y entender mejor. Mabruk! Perfect Match!

De hecho, hace un par de días, Lucía y Alba habían conseguido ubicar aquí, en esta misma escena, un fragmento de relieve hallado en la excavación del exterior (ver diario de ayer). Esto es algo muy inusual, por no decir excepcional. Encontrar el boceto de una escena de la decoración de una tumba o, dicho de otra manera, identificar la tumba que fue decorada usando un boceto trazado en un ostracon, constituye un hallazgo extraordinario Y más tratándose de la tumba de Djehuty.