6 febrero 2013

Esta noche se ha levantado un vendaval impresionante. Las contraventanas han estado dando golpes sin parar, piedras rodaban por encima del techo (los techos de por aquí suelen tener cosas encima) y en varias de las habitaciones estuvieron lloviendo pajillas del techo hasta cubrir la cama y el suelo de una capa de polvo grisáceo y áspero. Al salir al patio por la mañana, varias ramas gruesas de los árboles se habían partido y las palmeras bailaban a ritmo frenético. A pesar de todo, las jaimas del yacimiento resistieron el envite, gracias a estar resguardadas junto al risco de la colina. Por un momento dudamos si podríamos trabajar o no. Al cabo de una hora el viento amainó y se acabó agradeciendo la suave brisa que quedó soplando hasta el final de la jornada (ayer llegamos a 36 grados).

En el sector que supervisa Carlos, que corresponde al cuarto “piso” o nivel de tumbas por encima de las de Djehuty y Hery, hace días que comenzó a salir a la luz y estamos excavando un pozo de grandes dimensiones, mucho mayor de lo normal. Por el tipo de terreno que lo rellena parece que ha sido saqueado y reutilizado en varias ocasiones. Se ubica justo encima del pozo dentro de la capilla de Djehuty, por lo que no podrá descender mucho más. Y en el sector de Gema, a la derecha de las tumbas de Djehuty y Hery, es decir, enfrente de la fachada de la tumba de Ay, ya se ha descendido un metro, lo que obliga ahora a reforzar los perfiles con muretes de adobe. El terreno sigue siendo de revuelto, y el material más significativo es de época romana. Hoy ha hallado la cabeza de una figurilla de bronce de Osiris, similar a la de la figura que hallamos el año pasado dentro de la sala más interna de la tumba de Hery.

A última hora de la mañana, Nacho y Joan han terminado de instalar la reja del techo metálico dentro de la capilla de Djehuty. Ahora, con Pito, están preparando la instalación de las tiras o tubos de luces led especiales que trajimos de España como parte del diseño. Todos tenemos unas ganas terribles de verlo acabado. “Bukra en-sha-alá”.