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Laura y José Miguel documentando la excavación del área alrededor del pozo 39.
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Ana tomando coordenados.
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Laura y José Miguel comienzan a excavar el pozo 39.
Hoy se ha notado que la fecha de la apertura oficial se siente cerca y ya trabajamos contrarreloj. Hay que rematar la restauración que se está llevando a cabo en el interior de la tumba de Djehuty, por encima de la fachada de la tumba de Hery, y en el exterior de la tumba de Baki. Al mismo tiempo todo tiene que quedar perfectamente recogido y limpio para el día clave. Así que todo tiene que planearse bien. Hoy, además, le hemos estado dando vueltas a cómo será el acto oficial, dónde poner una sombra y unas sillas por si el acto se retrasa o dura más de lo previsto. Mañana tendremos inspección del jefe del Ministerio de Antigüedades en Luxor y de un alto cargo de El Cairo.
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Bea terminando de excavar la cámara de su pozo.
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El equipo de restauración y epigrafía de la tumba de Djehuty.
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Pepito después de su desayuno con yogur.
En la parte del yacimiento que no se abrirá al público (aunque sí podrá verse desde cierta distancia), la excavación continúa como si la inauguración no fuera a ocurrir. En la zona de Marisol y de Ana siguen saliendo más evidencias de robos antiguos y modernos. En la zona de Laura y José Miguel ha salido una vasija grande de la dinastía 13 reutilizada en la dinastía 17 como bandeja para hacer y contener el mortero que se utilizaría para recubrir los adobes del pozo por dentro. El revoco de los pozos se caracteriza por ser muy blanquecino y tener gran cantidad de restos vegetales, por lo que se puede asociar muy bien la vasija reutilizada con la construcción del pozo junto al que se ha encontrado.
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Los trabajadores en plena acción.
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Excavación en el interior del patio de la capilla.
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Fragmento de ataúd con inscripción hallado en el pozo de Bea.
En la campaña pasada ya encontramos en esta zona varias vasijas de cerámica de la dinastía 13, por lo que de ahora en adelante hay que tener bien presente que la actividad en esta época, en torno al año 1750 a. C., es mayor de lo que en principio asumíamos. De hecho, hoy mismo, en el pozo que excava Beatriz con Ibrahim, ha salido un fragmento de ataúd característico de la dinastía 13. Son rectangulares, pero con la tapa abovedada, y están pintados de negro, con bandas de texto escritas sobre fondo color crema, enmarcadas entre dos líneas verdes. Este tipo de ataúdes son muy raros: solo hay unos pocos ejemplares en el Museo Metropolitan de Nueva York y en el Museo de El Cairo.
En el año 2016, entre las dos tumbas asociadas al jardín funerario, hallamos una pequeña capilla de adobe con tres estelas de la dinastía 13, dos de las cuales estarán expuestas en el Museo de Luxor a partir del 9 de Febrero. Hace un par de años se las llevaron del almacén junto a la casa de Carter al Museo de Sharm el-Sheikh en el Sinaí (difícil entender el por qué). Ahora, con motivo de la exposición, las hemos conseguido traer de vuelta a Luxor. Una pequeña-gran victoria que hemos conseguido gracias a la inestimable ayuda del Director de todos los museos de Egipto, el Dr. Moamen Othman.