Las sorpresas no paran de sucederse estos últimos días. Cuando aún estábamos degustando el descubrimiento del pozo funerario de Djehuty, en el exterior, en la excavación por encima de la fachada de las tumbas, tuvo lugar un feliz hallazgo. Justo por arriba de la tumba de Djehuty, alineado con el muro oeste del patio, salió a la luz una estructura de mampostería, estupendamente elaborada y recubierta con mortero de muy buena calidad. La estructura en cuestión hace esquina, y se trata «nada más y nada menos» (¡otra vez me sale decirlo!) que de la esquina de la fachada de la tumba de Djehuty.
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La esquina de la fachada de la tumba de Djehuty comienza a salir a la luz
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Poco a poco el muro de mampostería enlucido se deja ver
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Conjunto de 'botellas' de la dinastía XVIII, halladas por encima de la fachada de Djehuty
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'Montaje' para fotografiar las cerámicas halladas en el depósito del patio de Djehuty
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María José y Elena, después de recomponer las cerámicas, preparan una foto de grupo
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Andrés va uniendo los fragmentos de la estela biográfica de Djehuty tallada en la sala transversal de la tumba
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Parra juega con un gato que se coló en la jaima
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Los pájaros de Dra Abu el-Naga no se pierden detalle de la excavación
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Mohamed y Mahmoud Bolbol, 'los niños del té'
Resulta que la fachada de la tumba de Djehuty fue recrecida mediante un muro de mampostería enlucido, para elevarla más de dos metros por encima del nivel de la roca, que se eleva tres metros. Así, en total, la fachada del «discreto» Djehuty tendría cinco metros de altura. El muro de mampostería curiosamente había quedado oculto detrás de un muro que el Servicio de Antigüedades levantó en 1910 para proteger la entrada a la tumba. Ahora, al excavar nosotros por encima, descubrimos la parte de arriba de la fachada. Pudiera suceder que, dentro de unos días, continuando el trabajo en esta zona, nos encontremos algún cono funerario de Djehuty «in situ» (¡eso sería un hallazgo importantísimo!), o parte de la superestructura que coronaría la fachada, tal vez la base de su pequeña pirámide (¡tampoco estaría mal!)
Junto al muro recién descubierto y que poco a poco está sacando a la luz Mohamed, Talat ha hallado hoy un pequeño conjunto de cerámicas. Una de ellas está entera, otras rotas, pero con los trozos en la zona. Se trata de un grupo de «botellas» de engobe rojo denso y bruñidas, típicas de la dinastía XVIII. Se rompieron al tirarse o caerse al suelo, probablemente a la entrada de una tumba. Y aquí radica otro de los hallazgos arqueológicos novedosos de esta sexta campaña: estamos descubriendo, casi sin pretenderlo, la «calle» por la que se accedería a las tumbas ubicadas más arriba en la colina, en el «segundo piso». Poco a poco estamos recuperando parte del urbanismo de la necrópolis. ¡Ahí queda eso!