5 febrero 2003

Trabajo de campo

El ritmo no decae ni un momento. El tiempo que dura la campaña se hace corto para las múltiples tareas que teníamos previsto realizar. Luego están los imprevistos, que son muy agradables pero que obligan a modificar la planificación del trabajo.

Cada vez se perfila más el acceso a la tumba intermedia, que por el momento sigue sin nombre. Las estructuras de adobe se multiplican en número y tamaño, pasando de unos pocos centímetros a pequeñas paredes que van delimitando espacios. Es probable que una de estas estruturas corresponda al propio patio de la tumba. En una de las esquinas ha aparecido un conjunto de varias cerámicas con las piezas completas. Ha sido el primero que nos aparece en tan buen estado, con la suerte de que ya estaba con nosotros María José.

La ampliaciónen el sector E sigue adelante. Marga es la encargada de controlar los materiales que van apareciendo allí y, aunque áun es un nivel muy superficial, cualquier corte resulta aquí prometedor.

A última hora de la mañana Ali se ha puesto a excavar con los obreros en el sector de Andrés, cosa que suele hacer cuando ve que el trabajo requiere delicadeza. Ha encontrado la tapa de un vaso canopo de rostro humano, con barba perfectamente tallada, las orejas cada una diferentes y los ojos pintados suavemente de negro. Una pieza realmente hermosa.

Trabajo de gabinete

Carlos dedica buena parte de la mañana a rellenar unas fichas sobre el estado de deterioro de las paredes de la tumba. En ellas dibuja, pinta y describe las variaciones de la piedra, la existencia de nidos de avispas, la entidad de las distintas grietas, los diferentes morteros que se han utilizado… Es un trabajo de vital importancia para poder afrontar la restauración de la tumba y también para saber más de su propia historia.

El número de piezas que llega a la mesa de Montse no para de crecer, asi que ella no descansa un instante. Es un trabajo intenso que también tiene una gran recompensa. A nuestra restauradora le llegan materiales cubiertos de arena, a veces sólo se intuye que debajo hay una capa de color, pero su mano maestra es capaz de devolverles parte de su esplendor.

Vida cotidiana