5 febrero 2002

Trabajo de campo

Dentro de la tumba

El rais Alí ha traído esta mañana las treinta cartelas con punta que nos hacían falta. Son unas estacas de hierro de sesenta centímetros de largo para clavarse en el suelo, con una superficie cuadrada en la parte superior para poder hacer anotaciones sobre el planteamiento de las cuadrículas que acotan el yacimiento.

Alicia, Antonio y José Manuel, el mudir, pasaron buena parte de la jornada tomando las medidas de los muros exteriores de la tumba de Djehuty.

Hoy han faltado dos de nuestros trabajadores. Aun así, el ritmo de trabajo sigue siendo trepidante. Los obreros han seguido limpiando, sobre todo en los sectores Este y Sur. En el primero de ellos, ha aparecido un cono funerario con inscripción. Se trata de el jefe de los sirvientes, Ahmose.

Poco después, casi en el mismo lugar, Andrés descubrió un ostracon con el dibujo en tinta negra de un barco. A pocos metros, José Miguel encontró la parte superior de un bello ushebti pintado de amarillo, con las facciones de la cara marcadas en negro. Unos minutos más tarde, sacaba a la luz la parte inferior, que conserva legible la inscripción que se pintó sobre el cuerpo de la figurilla.

Trabajo de gabinete

Cada día se trabaja con los materiales aparecidos en la jornada anterior. De esta manera llevamos al día su conservación y clasificación. En el vestíbulo de la tumba de Djehuty, Alicia y Antonio se ocupan de esta tarea.

Ana y José Manuel han continuado rodando con la cámara de video en el interior de la tumba. Hoy se han concentrado en la tumba de Hori, acompañados por el inspector Mahmoud. Increible, pero cierto, José Manuel se descolgó por el estrecho agujero que hay en el suelo del pasillo principal. Ana no quiso quedarse atrás y le siguió con la cámara.

¡Filmar todo esto es un auténtico lujazo! Por debajo de la tumba de Hori se abre, perpendicular al pasillo, una galería de unos seis metros de largo llena de escombros, entre los que pudimos identificar una momia de ibis con su vendaje y casi toda su estructura ósea completa.

Mientras tanto, Marga se había acomodado dentro de la tumba de Djehuty con uno de los ordenadores portátiles y estuvo trabajando en la edición de las imágenes realizadas con la cámara de fotos digital. Al final de la mañana, Ana comenzó la documentación gráfica del interior de las tumbas, sacando fotos en negativo y diapositiva color de las inscripciones jeroglíficas del vestíbulo de la tumba de Djehuty.

Vida cotidiana