4 febrero 2009

El pozo funerario de la tumba intermedia nos ha dado hoy una pequeña sorpresa. En mitad del pozo, a un metro de profundidad, ha salido a la luz una pequeña escalera de adobe que parece no llevar a ninguna parte. Además, el pozo se comunica con una galería subterránea que discurre por debajo de la sala transversal de la tumba y que conecta también con el pozo que hay fuera de la tumba junto a la entrada. Hace un par de años, Salima y el mudir entraron en esta galería a través de un agujero que se abría en una de las cuatro cámaras funerarias del pozo del exterior. Ahora accedemos desde otro pozo, ahora dentro de la tumba, al extremo opuesto de esta misma galería, que se ve llena de momias de ibis o de halcones, algunas de ellas parcialmente quemadas. Desde luego, la tumba intermedia tiene una especie de “parking” subterráneo, en el que se quemaron momias humanas y de animales, lo que en su día debió crear una humareda y un olor insoportable.

Hoy Hawass ha estado de visita en el West Bank, en el Valle de los Reyes y en Deir el-Bahari. Como había una posibilidad de que se pasara por nuestra excavación, a primera hora de la mañana no hemos trabajado en la cámara funeraria de Djehuty y hemos dedicado todos los esfuerzos en limpiar el exterior. A media mañana nos informaron que había cruzado al otro lado del río para visitar Karnak y, entonces, reanudamos dentro la excavación.

Imgard y Ahmed se despiden del grupo esta noche. Ambos han contribuido de forma importante al progreso científico del equipo. Imgard con la cerámica, la más compleja, y Ahmed con los restos vegetales, sobre todo con la cestería.