4 febrero 2008

El trabajo en la excavación progresa en todos los frentes. En el pozo ya hemos rebasado los seis metros y medio de profundidad. El único material reseñable son fragmentos de cerámica de época Saita. En los primeros cuatro metros salieron objetos modernos, de finales del siglo XIX o principios del XX, como mazorcas de maiz, una cerradura de hierro, etc., mezclados con ushebtis de época tardía, cuentas de fayenza, linos rasgados, huesos sueltos y cartonaje pintado. Pero en los últimos dos metros y medio han desparecido tanto los unos como los otros y sólo sale algo, muy poco, de cerámica rota. Esperemos que esto sea un buen síntoma. Si el pozo funerario se ha salvado de las manos modernas y sólo ha sufrido la intrusión saita esperamos encontrar parte del equipamiento funerario de Djehuty.

En la sala transversal de la tumba intermedia, José Miguel y su nuevo amigo, “Nicolai” continúan su “tête à tête”. Junto a él, están saliendo algunas momias de ibis quemadas, acompañadas por fragmentos de la segunda inscripción autobiográfica de Djehuty.

Para poder seguir trabajando en la cata con algo más de comodidad, hemos instalado esta mañana un gran toldo colorido que hemos agradecido todos.