La primera noticia del día ha estado en la capilla de Djehuty. Lo que ayer pensábamos que se trataba de un banco corrido en las paredes de la mitad este de la sala, ha resultado ser hoy nada más y nada menos que un pozo funerario. ¡El pozo funerario de Djehuty! !Menuda sorpresa! ¡Menudo notición!
Pensábamos que el pozo de Djehuty sería el que se abre en la sala transversal de la tumba, que empezó a ser excavado por Spiegelberg en 1899 y se abandonó cuando sólo llevaban descendidos un par de metros. Nosotros lo tapamos en la primera campaña con un tablón y decidimos esperar hasta que llegara su hora… (que será probablemente en la campaña del año que viene).
Bien es verdad que Andrés había lanzado un par de veces la hipótesis de que en la sala más interna, en la capilla, hubiera otro pozo funerario, «el» pozo funerario. Pero era más una ilusión que otra cosa, pues, al estar la sala totalmente cubierta de tierra y piedras, no había ningún indicio de que fuera a ocurrir así.
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Vista de la capilla de Djehuty, con el nicho de las estatuas al fondo y el pozo funerario a la derecha
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Lado derecho de la capilla, ocupada totalmente por el pozo funerario
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Pequeña 'estela' de barro pintado, hallada en la excavación de la capilla de Djehuty
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Cámara sepulcral que se abre en el lado norte del pozo que excava Ibrahim
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Detalle del interior de la cámara, con una cerámica y un cráneo en la superficie
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Gemma observa el interior del nicho que se abre en una de las cámaras que ha excavado Kamal
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El trío Calatrava
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Cuaderno del Inventario de Materiales de la 6ª Campaña
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Volviendo de Luxor por la noche en 'combi'
El pozo de la capilla de Djehuty ocupa todo el lado derecho de la sala, con unos gruesos laterales tallados en la roca. El agujero tiene las dimensiones exactas para descender horizontalmente un ataúd: 2,14 metros de largo, por 1, 07 metros de ancho. Teniendo en cuenta la medida de los antiguos egipcios, podríamos decir que el pozo mide cuatro «codos» por dos «codos».
Algunas tumbas de la época de Djehuty tienen el pozo funerario dentro de la capilla, y en eso se basaba Andrés para su suposición. Pero lo que nadie se esperaba era un pozo tan espectacular, con un reborde tan grueso y que se eleva del suelo medio metro.